Ante la pregunta que nos hacemos a veces: ¿ Qué es lo que necesito para ser discípulo de Jesús? la liturgia de hoy nos ilumina acerca de que quizá estamos obviando lo verdaderamente importante.
La liturgia de hoy nos habla acerca de aprender a liberar nuestra mente y nuestra vivencia religiosa, no caer en merecimientos, como tampoco en rigurismos.
Los fariseos y escriban reprochan a Jesús pues no logran entender que El nos trae vino nuevo para echarlo en odres nuevos, así se conservan el vino y los odres.
La liturgia nos habla hoy de un día en la vida de Jesús, de la importancia de la oracion, de dejarnos formar por El, que nos haga crecer para pasar a la acción.
Habíamos terminado anteriormente con las siguientes preguntas: ¿ cuál es el origen de la infelicidad? ¿Por qué no somos tan felices como deseamos? Hoy vamos a tratar de responder a estas preguntas.
La liturgia de hoy nos invita a medita sobre la autoridad con que Jesus, hablaba y como El nos da esa autoridad a cada uno para vencer el mal y pensemos y actuemos al modo de Cristo.
Hoy que recordamos el Martirio de San Juan el Bautista, el primer testigo que dio su vida y su sangre por Cristo, la liturgia nos confronta ante esta misión de anunciar y denunciar.