Dios lo tiene claro, pero para nosotros no es tan sencillo descubrir que Dios tiene designios de Amor para sus hijos y de eso nos habla la liturgia de hoy.
Recordar las maravillas que hizo el Señor, es la invitación que nos hace el salmista y es lo que nace desde el fondo de nuestro ser, después de escuchar y meditar la liturgia de la Palabra de estos últimos días.
Hoy la liturgia nos invita a reflexionar en como a pesar de nuestras fallas, el Plan del Señor subsiste, no por nuestro mérito sino por su Misericordia.
La liturgia, nos insta usar la Palabra como la forma en la que el amor se hace real y práctico en nuestro mundo para transformarnos, convertirnos, y para colaborar nosotros con Él en transformar nuestro mundo.