Wstamos meditando sobre las repercusiones del pecado:la desarmonía no sólo con Dios, sino entre las personas y el Señor nos pregunta; ¿qué has hecho? Y nos preguntamos, aun así ¿seré de lo que le pide signos?
Las lecturas de este domingo, nos invitan a examinar en qué o en quién estamos depositando nuestra confianza y qué camino estamos siguiendo en nuestra vida.
La liturgia nos invita revisar lo más profundo de nuestro corazòn y purificarlo para que todo lo que salga, sea para nuestra salvación y el beneficio del prójimo.
La Palabra de Dios en este día, nos muestra el poder infinito del Señor. Poder que se manifiesta en la creación y en el contacto cercano con el sufrimiento.
En la Liturgia de hoy, aparece como mensaje fundamental la fuerza de la Palabra de Dios para cambiar la vida de aquellos que la escuchan, la acogen y la siguen.