Hoy la liturgia nos invita a ver a Jesús como Cordero y un Pastor a la vez. Cordero porque entregó su vida para que todos tengamos vida eterna y pastor porque reunió con su muerte a los hijos dispersos.
Hoy el Señor en la liturgia nos invita a al igual que a Saulo a que aceptemos su llamado a ir y proclamar el Evangelio y a que mostremos lo que significa comer y beber a Jesús con nuestro testimonio de vida.