La liturgia de este día nos invita a como es propio en Cuaresma, a practicar con los demás la misericordia y el perdón que el Señor nos ofrece a nosotros
Este tercer domingo de cuaresma, nos invita a tener cuidado en creernos estar firmes, más bien a reconocer sinceramente el pecado como una realidad que nos afecta profundamente
Metanoia, total cambio interior… una conversión radical, una transformación profunda de la mente y del corazón. Indispensable para vivir en la preparación de Cuaresma.