Cantemos Salmista que nos invita a “que todos los pueblos y naciones aclamen con júbilo al Señor”. Y cómo no hacerlo, pues su Amor es eterno, como nos lo muestra la liturgia de hoy.
Este domingo está marcado por tres acentos: Domingo de la Palabra, Semana de oración por la unidad de los cristianos, llamada de Jesús a la conversión y al seguimiento.
Hoy en la liturgia Dios ofrece una alianza y nos hace un llamado. Hoy podemos considerar más atentamente la llamada, y afinar en algún detalle de nuestra respuesta de amor.
Hoy la liturgia nos recuerda nuestro ministerio sacerdotal, fruto del Bautismo, entonces para que este sea eficaz, Jesús nos enseña que hay que obrar el bien en todo tiempo.
La fidelidad de Dios a sus promesas, son sin duda alguna la base de nuestra fe, que se alimenta con una regla y un signo, como nos lo muestra la liturgia de hoy..