- Is 8, 23-9, 3
- Sal 26
- 1 Cor 1, 10-13. 17
- Mt 4, 12-23
Este domingo está marcado por tres acentos: Domingo de la Palabra, Semana de oración por la unidad de los cristianos, llamada de Jesús a la conversión y al seguimiento.
Establezco que el III Domingo del tiempo ordinario esté dedicado a la celebración, reflexión y divulgación de la Palabra de Dios”. Son palabras del papa Francisco en una carta apostólica que firmó el 30 de septiembre de 2019. También decía: “Urge la necesidad de tener familiaridad e intimidad con la Sagrada Escritura y con el Resucitado, que no cesa de partir la Palabra y el Pan en la comunidad de los creyentes (…) Escuchar la Sagrada Escritura para practicar la misericordia: este es un gran desafío para nuestras vidas”.
La Semana de oración por la unidad de los cristianos se celebra cada año entre el 18 y el 25 de enero. En la segunda lectura de hoy san Pablo pide a los corintios: «Hermanos: Os ruego en nombre de nuestro Señor Jesucristo: poneos de acuerdo y no andéis divididos. Estad bien unidos con un mismo pensar y sentir». Su ruego mantiene hoy toda su vigencia.
“El pueblo que caminaba en tinieblas vio una luz grande;
habitaba en tierra y sombras de muerte, y una luz les brilló”, nos dice la primera lectura. El Dios de la paz, de la justicia se ha de hacer presente en la historia de una forma eficaz y concreta. Y esto lo percibieron los cristianos al identificar a Jesús con el Mesías.
La llamada a la conversión fue palabra común en los profetas. Hoy la escuchamos con la razón de ser que el mismo Jesús le da: «Convertíos, porque está cerca el reino de los cielos». Nadie se convierte por imposición sino por invitación. Y la invitación procede del Espíritu de Jesús, el mismo que nos mueve a “escuchar la Sagrada Escritura para practicar la misericordia”, que es en definitiva la mejor conversión y la mejor manera de seguir a Jesús.
“Recorría Jesús toda Galilea, enseñando en sus sinagogas, proclamando la Buena Nueva del Reino y curando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo», nos dice el evangelio. Ni las amenazas, ni el miedo al qué dirán o las posibles críticas pueden retraernos de hacer el bien. Quienes estamos llamados a ser sal y luz, operadores del bien y de la verdad, no podemos ceder ante el chantaje de la amenaza, que tantas veces no pasará de ser un peligro hipotético o meramente verbal.
Decididos, audaces, sin buscar excusas para postergar la acción apostólica para “después”. Dicen que «el “después” es el adverbio de los vencidos». Por eso, san Josemaría recomendaba «una receta eficaz para tu espíritu apostólico: planes concretos, no de sábado a sábado, sino de hoy a mañana (…)».
“El Señor es mi luz y mi salvación”, nos indica el Salmista. En cada Eucaristía, nos dice la Monición a la Comunión, somos invitados a participar de una doble mesa: el Señor nos nutre con su Palabra y también con el cuerpo de su Hijo. Participemos plenamente de este encuentro con Dios. Acerquémonos gozosos a recibir el alimento celestial por el cual quedamos llenos de la gracia Santificante del Señor.
Bibliografía:
- Folleto La Misa de Cada Día
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/lecturas/
- http://webcatolicodejavier.org/evangeliodeldia.html
Palabra de Vida Mes de Enero 2023
«Aprendan a hacer el bien, busquen la justicia» (Is 1, 17). https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida/
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Enero 2023.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.