https://youtu.be/ayxHLRApPlQ
- Heb 6, 10-20
- Sal 110
- Mc 2, 23-28
La fidelidad de Dios a sus promesas, son sin duda alguna la base de nuestra fe, que se alimenta con una regla y un signo, como nos lo muestra la liturgia de hoy.
La primera lectura nos da un jalón de orejas, sin duda alguna, ante la actitud quejosa, resentida que tiene esta comunidad por la posible retribución no obtenida de parte de Dios. Acaso. ¿no es espejo de confrontación para nosotros, por aquel juego interesado, las más de las veces, inconsciente que, se conjuga en aquello de: yo te doy, tú me das? «Dios no es injusto como para olvidarse de vuestro trabajo y del amor que le habéis demostrado sirviendo a los santos ahora igual que antes»
Qué importante es tener presente, sobretodos en aquellos momentos de dificultad, cuando la confianza y la esperanza corren el peligro de debilitarse, recordar en qué creemos y que amamos a un Dios que ha hecho alianza con nosotros y que, como nos lo dice hoy este texto y el Salmo, sus promesas y juramentos son irrevocables y su alianza para siempre.
Nos exige únicamente la fidelidad. “El redimió a su pueblo”; ante él están siempre nuestras luchas, nuestras debilidades, nuestros dolores y padecimientos, y recordando su alianza, está siempre listo para socorrernos y mostrarnos el camino.
No dejemos que el desánimo nos venza. Dios ha hecho morada entre nosotros, y él peleará con y por nosotros todas nuestras batallas y luchas, hasta que un día, junto con María Santísima, podamos disfrutar de su paz y su alegría perpetua.
La Aclamación antes del Evangelio (Ef 1, 17-18) nos dice; “Que el Padre de nuestro Señor Jesucristo, ilumine nuestras mentes, para que podamos comprender cuál es la esperanza que nos da su llamamiento”
Igual que a San Antonio, Abad, a quien recordamos su Memoria. A nosotros nos mueva el Señor a servirle y llevemos la Misericordia y el Amor de Dios a quienes lo necesiten, aunque como le sucedió a Jesús en el texto del evangelio de hoy, esto produzca de parte de los fariseos de hoy, su reclamo que según reflexionamos de lo que nos dice San Marcos, han deformado la Ley de Moisés, quedándose en las pequeñeces y olvidándose del espíritu que la informa. Jesús nos enseña que los preceptos de la Ley que tienen menos importancia, han de ceder ante los mayores; un precepto ceremonial debe ceder ante un precepto de ley natural; el precepto del reposo del sábado no está, pues, por encima de las elementales necesidades de subsistencia. El Concilio Vaticano II, inspirándose en la perícopa que comentamos, y para subrayar que la persona ha de estar por encima de las cuestiones económicas y sociales, dice: «El orden social y su progresivo desarrollo se han de subordinar en todo momento al bien de la persona, porque el orden de las cosas se ha de someter al orden de las personas, y no al revés. El mismo Señor lo advirtió cuando dijo que el sábado había sido hecho para el hombre, y no el hombre para el sábado.
Nos explica el Papa Francisco: “Jesús dice: “Yo soy el Señor también del sábado.” En otra parte dirá: el sábado se hizo para el hombre, y no el hombre para el sábado. La centralidad de Él y también la centralidad del cristiano respecto a muchas cosas. Jesús es el centro, es el Señor». Una definición que —notó el Papa— «no entendemos bien», porque «no es fácil de entender». Lo cierto es que Jesús «es el Señor» en cuanto que es Quien «tiene el poder, la gloria, quien tiene la victoria. Es el único Señor».
Si no está Jesús en el centro, «hay otras cosas», advirtió el Santo Padre. Y en el día de hoy «encontramos a muchos cristianos sin Cristo, sin Jesús. Por ejemplo, quienes tienen la enfermedad de los fariseos y son cristianos que ponen su fe y su religiosidad, su cristiandad, en muchos mandamientos: ¡Ah! Debo hacer esto, debo hacer lo otro. Cristianos de actitudes»: o sea, que hacen cosas —explicó— porque se tienen que hacer, pero en realidad «no saben por qué lo hacen».
Pero «¿Jesús dónde está?», se preguntó el Papa Francisco. Que continuó: «Un mandamiento es válido si viene de Jesús». Cristianos sin Cristo hay muchos, como los que «buscan sólo devociones, muchas devociones, pero Jesús no está. ¡Y entonces te falta algo, hermano! Te falta Jesús. Si tus devociones te llevan a Jesús, entonces bien. Pero si te quedas ahí, entonces algo no marcha».
Después está «otro grupo de cristianos sin Cristo: los que buscan cosas un poco raras, un poco especiales, los que van detrás de las revelaciones privadas», mientras que la Revelación se concluyó con el Nuevo Testamento. El Papa advirtió en estos cristianos el deseo de ir «al espectáculo de la revelación, a oír cosas nuevas». Pero —es la exhortación que el Pontífice les hace— «¡toma el Evangelio!». Entre los cristianos sin Cristo mencionó también «a los que se perfuman el alma, pero no tienen virtudes porque no tienen a Jesús».
¿Cuál es entonces la regla para ser cristiano con Cristo? ¿Y cuál es el «signo» de que una persona es un cristiano con Cristo? Se trata de una «regla —aclaró el Santo Padre— muy sencilla: es válido sólo lo que te lleva a Jesús, y sólo es válido lo que viene de Jesús. Jesús es el centro, el Señor, como Él mismo dice».
A propósito del «signo», dijo: «Es un signo sencillo el del ciego de nacimiento del que habla el Evangelio de Juan en el capítulo noveno. El Evangelio dice que se postró ante Él para adorar a Jesús. Un hombre o una mujer que adora a Jesús es un cristiano con Jesús. Pero si tú no consigues adorar a Jesús, algo te falta».
He aquí «una regla y un signo», concluyó el Pontífice: «La regla es: soy un buen cristiano, estoy en el camino del buen cristiano, si hago lo que viene de Jesús o me lleva a Jesús porque Él es el centro. El signo es la adoración ante Jesús, la oración de adoración ante Jesús».
Bibliografía:
- Folleto La Misa de Cada Día
- http://webcatolicodejavier.org/evangeliodeldia.html
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/
- https://www.catequesisenfamilia.es/catequesis-familiar/la-biblia/4146-evangelio-del-dia-el-hijo-del-hombre-senor-del-sabado.html
- https://www.evangelizacion.org.mx/liturgia/index.php?i=17-01-2023
Palabra de Vida Mes de Enero 2023
«Aprendan a hacer el bien, busquen la justicia» (Is 1, 17). https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida/
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Enero 2023.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.