La liturgia de hoy nos presenta todo un tratado de estilo de vida cristiana, para crecer en la fe y pedir y poner en práctica la sabiduría que viene de lo alto.
En la liturgia de este domingo recordándonos que seguir a Jesus, llamarse (o mejor, ser) cristianos no es solo cuestión de asistir los domingos a misa o ayunar en cuaresma.
Tres enseñanzas fundamentales nos da la liturgia de hoy. Enseñanzas que nos dejan claro que la lógica de Dios es muy diferente a la que nos da el mundo.
La liturgia de hoy nos confronta con nuestra fe y nos muestra lo equivocados que estamos muchos al pretender todavía hoy que el Señor piense y actúe como nosotros lo hacemos y no vivir según su Voluntad.
Hoy la liturgia nos confronta con nuestra realidad espiritual: o santidad, o nada. Dios se acerca continuamente a nosotros, pero necesita que acojamos su presencia y le abramos el corazón.
La liturgia de hoy nos presenta dos lecciones: cuán fácil es que como Joroboan usemos la religión para fines personales; o cómo podremos como Jesús compartir nuestro pan.