Hoy meditamos acerca de lo que necesitamos incorporar en nuestra vida para ser valientes al mostrar con nuestro testimonio de vida lo que él ha hecho con nosotros.
La liturgia de hoy nos invita a vivir plenamente, esa experiencia de conversión, por la que cada día meditamos en la Palabra y las enseñanzas de Jesús y cimentar así, en la Confianza, los cimientos de nuestra fe.
Hoy en la Natividad de la Virgen María, la liturgia nos invita a como María, dejarnos conducir y modelar por Dios para que la salvación sea una realidad más concreta en todo nuestro mundo.
La liturgia de hoy nos muestra que para vivir como verdaderos cristianos, debemos estar unidos a él, arraigados y edificados en él, afianzados en la fe que él nos enseñó y rebosando agradecimiento por su obra en nuestra vida.
En la liturgia de hoy, Pablo nos centra en Cristo como plenitud de la revelación y el pasaje del Evangelio, lo presenta con toda claridad y con las consecuencias que trae consigo.