?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
https://youtu.be/zcmts7d-YXg
- 1 Tim 1, 15-17
- Sal 112
- Lc 6, 43-49
“Cristo se compadeció de mí: para que yo fuese el primero en el que Cristo Jesús toda mostrase toda su paciencia y para que me convirtiera en un modelo de los que han de creer en él y tener vida eterna”, afirma Pablo en la primera lectura de hoy. Y con ello nos da una gran lección de conversión, agradecimiento y confianza en Dios.
Con la fórmula: podéis fiaros y aceptar sin reserva lo que os digo, quiere recalcar, nos comenta, Sor María Rosario Botella O.P., la verdad o seguridad de una afirmación que se debe tomar muy en serio, quizás fuera en su tiempo de uso vivo de la catequesis oral.
Pablo tiene mucho interés en hacernos ver, explicarnos que lo hecho con él por el Señor es para que sirva de confianza viva y estímulo para todos sus cristianos y todos los demás por venir, a nosotros, quiere crear en nuestra conciencia una confianza tal que nos aparte de desesperar en la misericordia del Señor.
Pablo después de abrir su corazón prorrumpe en un gozo doxológico de alabanza y gratitud, fruto de su maravillosa experiencia camino de Damasco, camino de celo por la Ley y violencia hacia los que seguían el camino. Allí de forma inesperada conoció al que perseguía. Allí supo cómo era amado. Allí entre la luz y el repentino conocimiento de su error violento, conoció al Dios de Abraham, Isaac y Jacob, su plan universal y desbordante de salvación, allí se sintió llamado por su nombre e interrogado, y supo en un reguero de luz lo indecible, lo amado que era, desde lo que no conocía hasta el Misterio de Dios encarnado y muerto en la Cruz, y Resucitado siendo la vida total, así lo supo. Y allí nació su inseparable relación con quien lo amó primero y a quien él amó entrañablemente.
San Pablo, apóstol de la misericordia, dirá solemnemente y expondrá casi con el rango de una verdad de fe que debe que se confirme adhesión que Jesús vino al mundo a salvar a los pecadores. Pero para hacerlo más comprensible, para que esto sea una realidad palpable se refiere a su propia historia. “Y yo soy el primero de ellos. pero por esto precisamente se compadeció de mí: para que yo fuese el primero en el que Cristo Jesús toda mostrase toda su paciencia y para que me convirtiera en un modelo de los que han de creer en él y tener vida eterna”.
Puede sorprender la insistencia de Pablo en su pasado pecador, pero si nos damos cuenta, es la mejor manera de acercarse al otro sin caer en el error de manifestar una superioridad moral y terminar humillándole.
La vida de Pablo nos invita a imitar a Dios que tiene una paciencia infinita con nosotros. Por eso… ¡nada de apariencias ni fingimientos! Seamos santos de corazón, que nos resume el amor del corazón.
Hoy nos dice el P. Raimondo M. SORGIA Mannai OP, en el texto de evangelio, Jesús afirma que quien «venga a mí y oiga mis palabras y las ponga en práctica» es prudente, «semejante a un hombre que, al edificar una casa, cavó profundamente y puso los cimientos sobre roca» (Lc 6,47-48), de modo que obtiene una construcción sólida y firme, capaz de afrontar los golpes del mal tiempo. Si, por el contrario, quien edifica no tiene esa prudencia, acabará por encontrarse ante un montón de piedras derruidas, y si él mismo estaba en el interior en el momento del choque de la lluvia fluvial, podrá perder no solamente la casa, sino además su propia vida.
Pero no basta acercarse a Jesús, sino que es necesario escuchar con la máxima atención sus enseñanzas y, sobre todo, ponerlas en práctica, porque incluso el curioso se le acerca, y también el hereje, el estudioso de historia o de filología… Pero será solamente acercándonos, escuchando y, sobre todo, practicando la doctrina de Jesús como levantaremos el edificio de la santidad cristiana, para ejemplo de fieles peregrinos y para gloria de la Iglesia celestial.
Y el Papa Francisco nos explica que “el sabio es el que construye sobre roca, por el contrario, el necio es el que elige la ‘arena movediza’ y es arrastrado por los vientos y la lluvia. […] También nuestra vida puede ser así cuando nuestros cimientos no son fuertes. Llega la tormenta -y todos tenemos tormentas en nuestra vida, todos, desde el Papa hasta el último, todos- y no somos capaces de resistir. Muchos dicen: ‘No, yo voy a cambiar mi vida’. Y creen que cambiar la vida es ‘maquillarse’. Cambiar la vida significa sustituir los cimientos de la vida, es decir, quitar las arenas movedizas y poner la roca que es Jesús. ‘Me gustaría restaurar este edificio, este palacio, porque es muy feo, muy descuidado, y me gustaría embellecerlo un poco y también asegurar los cimientos’. Pero si vuelvo a maquillarlo de nuevo y sólo escondo sus defectos con un velo, (hago una ‘romanella’), la casa fracturada no se mantendrá en pie; se va a caer. Con las apariencias, también la vida cristiana se desmorona”.
Palabra de Vida Mes de Setiembre 2021
“El que quiere ser el primero, debe hacerse el último de todos y el servidor de todos” (Marcos 9, 35) https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida
Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
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Recopilado por Rosa Otárola D, /
Setiembre 2021
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.