La liturgia de hoy nos invita a ser fieles discípulos del Señor o, mejor dicho, que hoy seamos verdaderos amigos de aquel que nos da Vida y como fieles discípulos demos a conocer su obra por medio del Espíritu Santo que nos guía hacia la verdad plena.
La liturgia ya nos está introduciendo en la Fiesta de Pentecostés y por eso hoy, nos hace ver la importancia de contar con el Espíritu Santo en nuestra vida
La liturgia de este día nos iluminará, recordándonos que la misión que tenemos como bautizados, tiene que estar centrada en nuestra unión con Dios, en su amor infinito y en la docilidad para dejarnos guiar por su Espíritu.
La liturgia de hoy nos muestra el camino a seguir en medio del mundo y sembrar las bases para traer el Reino de Dios que nos lleva a la salvación y al Amor.
En la liturgia de hoy contemplamos el camino que fielmente ha seguido la Iglesia y como ese camino ha de llevarnos a permanecer en el Amor, “Reina el Señor, digámoslo a los pueblos.”
La liturgia de hoy nos insiste en la necesidad de estar unidos al Señor. Y esto también significa estar unidos la Tradición, la Escritura y el Magisterio de la Iglesia como parte de nuestro crecimiento en la fe.