La liturgia de hoy nos pide dejar de estar escondidos y mostrarnos al mundo como aquellos que confiando en El, ponemos esos elementos indispensables como son la sal y la luz para que el mundo sepa que donde estemos hay un cristiano.
Hoy en la liturgia, nuestra mirada se dirige a María, Madre de la Iglesia, quien junto a los apóstoles, perseveró en la oración a la espera del Espíritu Santo prometido por Jesús.
La liturgia de hoy nos invita a que sin importar la clase de vida que estemos experimentando, dejemos que el viento del Espíritu Santo limpie esa atmósfera y nos haga nuevas personas
Hoy en la liturgia el Señor nos invita a seguirlo, a seguir propagando su mensaje que vino a transformar la historia. Esta historia la continuamos escribiendo nosotros. Entonces: ¿Cómo la estamos escribiendo? ¿Desde qué claves?
Hoy iniciamos el mes del Sagrado Corazón de Jesús y la liturgia nos invita a cuidar este tesoro que el Señor nos ha dado. A estar alertas, a orar y practicar la Palabra y así combatir los embates del mundo.