A quien quiere seguirlo, Jesús le pide amar a los que no lo merecen, sin esperar recompensa, para colmar los vacíos de amor que hay en los corazones, en las relaciones humanas, en las familias, en las comunidades y en el mundo.

Nuestra oración debe ser hecha “en el Espíritu”. Esto obedece a que nuestra frágil humanidad está debilitada por el pecado, lo que nos hace tender con mucha facilidad hacia el egoísmo, por eso la puerta es estrecha, pues para salvarse uno tiene que amar a Dios y a su prójimo, y esto no es cómodo. Auméntanos la fe, la esperanza y la caridad y alcanzar lo que nos prometes, Señor

Liturgia del 29 de octubre 2019. El grano de mostaza y la levadura.
El Reino de Dios requiere nuestra colaboración, pero es, sobre todo, iniciativa y don del Señor. Con confianza en que Dios no abandona a su pueblo, el convencimiento de que no estamos solos en la lucha contra el mal en el mundo, vivamos desde la pequeñez de un grano de mostaza y la simplicidad de una pizca de levadura y El hará grandes todas las cosas.

Liturgia del 28 de octubre 2019. Jesús se retiró al monte para orar.
Somos “conciudadanos de los santos”, es decir, ya vivimos en el cielo. Hoy en medio de este mundo lleno de ruidos, tensiones y prisas, se hace urgente esta necesidad del ser humano para trascender: orar, sacar espacio par silenciarnos y escuchar a Dios que nos serena, nos madura, nos fortalece y nos hace crecer interiormente.