La liturgia de hoy nos invita a creer que el Dios del amor se va a dirigir a cada uno de nosotros para recordarnos que anunciar la Palabra y dar testimonio de su misericordia es la forma más importante de expresar nuestro amor al prójimo.
La liturgia de hoy nos invita a fortalecer la fortaleza y la confianza y a tener fe de que la semilla del reino crece por la fuerza y la vida que ya está en el y a nosotros nos corresponde compartir la Palabra y nuestro testimonio.