Para vivir como Dios quiere que vivamos, es esencial que aprovechemos al máximo nuestro tiempo. Una adecuada y óptima organización nos brinda la capacidad de gestionar bien el tiempo.
La liturgia de hoy nos invita a llevar a cabo en nuestra vida acciones concretas como; aprender y enseñar a orar/estar con Jesús, descansar en él. Y aprender a ser pastores unos de otros, acogernos y hacer que menos hermanos se nos alejen por no encontrar lo que necesitan.
Hoy mediataremos sobre si realmente nos consideramos buenos. Para ello solo sigue mi voz, nos dice Jesús. No tiene mayor complicación, pero ¡ay Señor!, existen tantas voces. ¿A cuál le hacemos caso?
Queridos lectores hoy quisiera dedicar esta meditación para agradecer a nuestra querida Maestra Espiritual, Sor Evelia, todo su legado de cómo ser sencillas como Dios lo quiere.
Dios te llama hoy a ti a ser como Moisés, como María Santísima, un instrumento en sus manos. No serás tú mismo, sino el poder del Espíritu obrando en ti.