Hoy que celebramos la Memoria de Santa María Virgen, Madre de la Iglesia, la liturgia nos presenta dos escenas en la que ella juega un papel preponderante para nuestro crecimiento en la fe.
Hoy con la liturgia estamos recibiendo la invitación de parte de Jesús a corresponder como Pedro a su Amor y reafirmarlo como el Resucitado, con nuestro testimonio.
Hoy que los católicos celebramos a María Auxiliadora, la liturgia nos insta a como consagrados a Dios y a su palabra, crecer en el espíritu y alcanzar la herencia prometida.
Como hemos podido constatar a través de la liturgia de la Pascua, el Señor Jesús, durante su paso fue formando a sus discípulos para continuar su misión de anunciar el Evangelio.