https://youtu.be/11qMooLZDiI
- Hch 2, 1-11
- Sal 103
- 1 Cor 12, 3-7. 12-13
- Jn 20, 19-23
La grandeza de este domingo de Pentecostés (cincuenta días después de la Pascua) resalta en la liturgia de hoy como la manifestación extraordinaria de una Alianza Nueva, que ya no está en una ley escrita, muerta, sino en la vida nueva, que le llega a la Iglesia por el soplo del Espíritu del Resucitado. Así fue en los primeros tiempos entre los discípulos de Jesús. Después de un tiempo pascual prolongado, se vieron envueltos en una fuerza irresistible, maravillosa, que les llevó con alas nuevas a proclamar el mensaje de salvación y a afrontar todas las dificultades que eso suponía dentro del mundo judío y de las instituciones que no posibilitaban un camino profético.
Siete consejos para celebrar esta Solemnidad nos brinda el Papa Francisco:
- Pidamos a Dios el don del Espíritu Santo para que sea Él quien nos impulse a ‘caminar juntos’ como hermanos en la construcción de una sociedad más fraterna y en la búsqueda de la unidad plena de todos los cristianos.
-
Abrir nuestras mentes y nuestros corazones a la acción del Espíritu Santo en nosotros, para que nos santifique y nos haga testigos de Cristo en el mundo en que vivimos”.
- Busquemos servir a los hermanos, aprovechando los dones espirituales que hemos recibido. ¡La luz y el poder del Espíritu Santo Paráclito los acompañe siempre!
- Caminar juntos por el camino de la fe y a recibir la venida del Espíritu Santo, para que ayude a ser auténticos testigos del amor del Señor para todos.
- Con la fuerza que recibimos del Espíritu Santo podemos ser verdaderos testigos del Evangelio en el mundo
- El Espíritu Santo nos hace hermanos de Cristo e hijos del único Padre” por lo que invocó para que “descienda sobre ustedes y permanezca con ustedes siempre.
- El Señor los encuentre listos para recibir la efusión abundante del Espíritu Santo. La gracia de sus dones infunda en ustedes nueva vitalidad a la fe, refuerce la esperanza y dé fuerza operativa a la caridad.”
San Lucas nos narra lo que ocurrió el día de Pentecostés en el texto de los Hechos de los Apóstoles. Primero habla de cómo vivieron esta experiencia los Apóstoles junto a María y después nos cuenta lo que les ocurrió a las numerosas personas que estaban cerca de aquel lugar. Para todos ellos fue, ciertamente, una experiencia transformante.
Al proclamar el Salmo 103, alabamos al Señor por el poder que tiene su «Aliento», es decir, su Espíritu, con el que crea las criaturas y repuebla la faz de la tierra.
En la Primera Carta a los Corintios, san Pablo nos habla de cómo el Espíritu Santo da vida y unidad a la Iglesia, cuyos miembros somos todos los cristianos. Y, gracias a Él, somos capaces de exclamar, con pleno convencimiento: ¡Jesús es el Señor!
Después, con el rezo de la Secuencia, pedimos a Dios que nos envíe su Espíritu para que, penetrando hasta lo más hondo de nuestro ser, nos ilumine, nos reconforte y nos llene de su amor y su paz, por medio de sus siete dones.
Por último, escuchamos cómo san Juan narra la primera aparición de Jesús resucitado a sus discípulos, en la cual Él les transmite su paz y les insufla su Espíritu, dándoles el poder de perdonar los pecados, en nombre de Dios.
Hoy les invito a que reflexionemos acerca del Espíritu Santo, pues como los apóstoles salieron en Pentecostés llenos de fuego y ardor apostólico, muchas veces creemos que el Espíritu Santo es la dopamina de Dios, el gran motivador, el que mete el ritmo espiritual en el cuerpo y nos saca a la pista. Cuando alguien está frío en la fe o no hace circular con ligereza las palabras del Señor por su corazón, pensamos que le falta la acción del Espíritu Santo. Pero todo esto sigue siendo una interpretación bastante superficial.
El Espíritu Santo es quien va clarificando todo el paisaje nebuloso de la existencia. El que profundiza en la fragilidad del hombre cuando un familiar nuestro acaba de fallecer y nos tira hacia arriba, hacia la eternidad. Es quien mete en nuestras almas el significado profundo de las palabras de Jesús. El que nos pone en el camino de la fidelidad, de la alegría espiritual, pero sin confeti ni trompetas. Es la Perdona divina que nos invita a la profundidad.
Todos sabemos que el gran drama del siglo XXI se llama desatención, que cada vez prestamos menos fijeza a las cosas que tenemos delante porque todo nos hace resbalar hacia otro lado. Los especialistas escriben sobre la importancia del “desarrollo de un flujo” para contrarrestar esa falta de atención y crecer como personas. Con ello se refieren a una atención sostenida en el tiempo.
El Espíritu Santo es quien desarrolla un flujo de relación entre Dios y nosotros. Ni más ni menos. Es el gran protector del vínculo. Jesús dijo a los suyos, “las palabras que os he dicho son espíritu y vida”. Es decir, no palabras al viento, un muestrario de frases lapidarias pronunciadas por un personaje histórico relevante que se aprenden y se citan cuando nos viene en gana. Sino palabras que son piedras para la construcción de un edificio. Son espíritu, palabras para siempre. Quien guarda las palabras del Evangelio y las entiende, va haciéndose amigo de Dios. Esa acción se la debemos al Espíritu Santo. Aunque pasemos por periodos de frialdad y no cantemos todos los días con las manos dirigidas al cielo “¡gloria a Dios!”, el Espíritu nos va haciendo entrar en el santuario privado de Dios…
El Espíritu Santo, Tercera Persona de la Santísima Trinidad, es el alma de mi alma, la vida de mi vida, el ser de mi ser; es mi santificador, el huésped de mi interior más profundo. Para llegar a la madurez en la vida de fe es preciso que la relación con Él sea cada vez más consciente, más personal. En esta celebración de Pentecostés abramos las puertas de nuestro interior de par en par.
Ven, Espíritu divino,
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre,
don en tus dones espléndido,
luz que penetra las almas,
Bibliografía:
- Folleto La Misa de Cada Día
- http://webcatolicodejavier.org/evangeliodeldia.html
- https://oracionyliturgia.archimadrid.org/2023/05/28/el-espiritu-santo-no-es-la-dopamina-de-dios/
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/comentario-biblico/miguel-de-burgos-nunez/
- https://www.aciprensa.com/noticias/7-consejos-del-papa-francisco-para-pentecostes-32366
Palabra de Vida Mes de Mayo 2023
“ Ámense cordialmente con amor fraterno, estimando a los otros como más dignos.” (Romanos 12, 10) https://ciudadnueva.com.ar/wp-content/uploads/2023/04/PV-05-2023_doble.docx
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Mayo 2023.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.