Optemos por lo que nos llevará a lo que de verdad es bueno para nosotros y para los demás. Jesus es la puerta. Él es el pasaje para la salvación. Él nos conduce al Padre.
Cuando te quieren robar la esperanza, cuando te proponen estos valores que son valores descompuestos, valores como la comida descompuesta, cuando un alimento está mal nos hace mal. Estos valores nos hacen mal por eso debemos ir contracorriente…”
“Nos hemos reunido para celebrar la Eucaristía, ella nos compromete a salir y vivir en continua acción de gracias y comunicar el amor recibido a los hermanos”. ¡Esta es nuestra misión!
Pidamos sabiduría para mirar con libertad los bienes materiales, las personas y las relaciones afectivas y para mirarnos con libertad a nosotros mismos. Esta es la huella que estamos llamados dejar para quienes necesiten una guía para vivir la vida a plenitud .
Padre, sin ti nada puede nuestra débil humanidad, danos la gracia para que en el cumplimiento de tu voluntad, nuestros deseos y acciones muestren tu Señorío.
Debemos descubrir, en lo que hacemos cada día, que la “recompensa” no está en el aplauso recibido, sino en la alegría de una amistad que en “lo secreto” va construyendo con nosotros una relación y un proyecto que nos llena y orienta toda nuestra vida
Los cristianos debemos pensar diferente, hablar diferente y actuar diferente, por eso el Señor nos dice hoy que debemos realizar una revolución espiritual, debemos amar a nuestros enemigos y orar por quienes nos persiguen.
Procedamos con pureza, sabiduría, paciencia y amabilidad; con la fuerza del Espíritu Santo y amor sincero, con palabras de verdad y con el poder de Dios.
¿Cómo pueden nuestras familias, con todas sus imperfecciones y desafíos, ser un vivo reflejo de la Trinidad? El Papa Francisco reconoce que las familias no caen del Cielo ya completamente formadas, sino que para conseguirlo deben atravesar cada día muchos problemas y retos diarios.