?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
- Stgo 1, 1-11
- Sal 118
- Mc 8, 11-13
Después de recorrer en días pasados la vida de David y de su hijo Salomón, donde pudimos vernos reflejados en estos hombres, pues como ellos, nosotros también hemos actuado bien, pero nos hemos dejado seducir por la tentación y hemos caído en el pecado.
Hoy la liturgia nos habla de otro mal que nos aqueja: la cerrazón de corazón, la terquedad que nos lleva a actitudes prepotentes y racionalistas como la de los fariseos. Nos dice el Papa Francisco: “Ellos no entendían que Dios es el Dios de las sorpresas, que Dios es siempre nuevo; que nunca reniega de sí mismo, que nunca dice que se ha equivocado, nunca, pero nos sorprende siempre.
En el Evangelio de hoy, se aprecia que ellos no entendían y se encerraban en ese sistema hecho con tanta buena voluntad y le pedían a Jesús: “Pero, ¡Haz un signo!” Y no entendían los muchos signos que hacía Jesús y que indicaban que el tiempo estaba maduro. ¡Cerrazón!
Cuántas veces no acogemos también nosotros las enseñanzas del Señor y le pedimos señales para creer. Falta de fe, cerrazón. Podemos caer en el miedo , en la vergüenza, casi hasta negar nuestra fe; hay mucha violencia, mucho fanatismo, y ahí es donde la presencia de Dios se hace fuerte en nosotros; sentirle a nuestro lado nos ayudará a levantarnos, a vencer todo miedo, a luchar para que el mundo viva el Amor que Dios nos da.
Nunca debemos dudar, nunca debemos bajar nuestra mirada. La duda nos lleva a entrar en un estado en el que vamos de aquí para allá como las olas del mar, y nuestro mar debe estar sereno, firme, para que podamos entrar en lo profundo y encontrarnos con el mismo Dios.
Es así que el Apóstol Santiagos nos dice que no nos sintamos mal y, enseguida afirma: “su fe les dará fortaleza y esta fortaleza los llevará a la perfección en las buenas obras y a una vida integra e irreprochable”. Y continua “Dios da a todos con generosidad y sin regatear”,
Recordemos que la Palabra de Vida de este mes (ver nota abajo), nos indica; …”Creer y sentirse mirados y amados por Dios es saber que toda oración nuestra, toda palabra o gesto, todo advenimiento triste, alegre o indiferente, toda enfermedad… todo es visto por Dios. Y si Dios es amor, la confianza en él es la lógica consecuencia” Por esto, como nos dice el padre Yepes en el audio, tenemos que pedir sin titubear, fe y sabiduría, pues con el Salmista digamos: “Señor que tu amor me consuele, conforme a las promesas que me has hecho” “Danos tu misericordia Señor y tendremos vida.”
Mes de Febrero
Intención de oración universal
Escuchar los gritos de los migrantes.
Recemos para que el clamor de los hermanos migrantes víctimas del tráfico criminal sea escuchado y considerado.
Palabra de Vida .
“Creo, ayúdame porque tengo poca fe’” (Marcos 9, 24)
El Evangelio presenta una paradoja: reconocer nuestra debilidad, los límites y las fragilidades como punto de partida para entrar en relación con Dios y participar con él en la tarea más grande, la fraternidad universal.
Dios confía en el hombre y no actúa sino con su contribución, su libre sí.
Creer y sentirse mirados y amados por Dios es saber que toda oración nuestra, toda palabra o gesto, todo advenimiento triste, alegre o indiferente, toda enfermedad… todo es visto por Dios. Y si Dios es amor, la confianza en él es la lógica consecuencia.
Y luego, a fuerza de amar, nuestra fe se volverá inquebrantable, muy sólida. No solo creeremos en su amor, sino que lo sentiremos de manera tangible en nuestro ánimo y veremos realizarse ‘milagros’ a nuestro alrededor”.
https://ciudadnueva.com.ar/febrero-2020/
Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
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Recopilado por Rosa Otárola D, /
Febrero 2020
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.