El Señor nos muestra su Amor humillándoles hasta la condición de esclavo y nos índice: “Les he dado ejemplo, para que lo que yo he hecho con ustedes, también ustedes lo hagan…”
Pensemos tanto en el dolor de Jesús, y digámonos a nosotros mismos: “¡y ésto es por mí!” Aunque yo hubiera sido la única persona en el mundo, Él lo habría hecho. ¡Lo ha hecho por mí! Y besemos el Crucifijo y digamos: “por mí, gracias Jesús, por mí”…
Traiciona a Jesús todo el que traiciona su conciencia.
Puedo traicionarlo yo también, en este momento, y la cosa me hace temblar, si mientras predico sobre Judas me preocupo de la aprobación del auditorio más que de participar en la inmensa pena del Salvador.
La Semana Santa es tiempo de reflexión y revisión de nuestras posturas ante las realidades con las que nos toca vivir. Tiempo para identificarnos con Jesús a través de los misterios que vamos a vivir
Hoy también, los cristianos son perseguidos. Y son perseguidos porque a esta sociedad mundana, a esta sociedad tranquila que no quiere problemas,,le dicen la verdad y le anuncian a Jesucristo. De verdad hoy hay mucha persecución..
Construir un mundo más humano en sintonía con Dios es nuestra vocación cristiana. Una vocación manifiesta, abierta, clara, valiente que afronte las dificultades y contrariedades que la vida nos pueda plantear. Una vocación que cuenta con la energía y el acompañamiento de Dios y su gracia
Conocer a Dios Padre, a su Hijo Jesus y al Espíritu Santo, es la llave de toda la vida de un verdadero creyente. Y esto le da sentido a su Palabra y al cumplimiento de sus preceptos y hacer la Voluntad de Dios.
La verdad os hará libres. Esta verdad es, en definitiva la que transforma nuestra vida: Somos eternamente amados por el Padre, ese Padre que guió la fe de María y la llevo en todo momento a confiar y aceptar su Voluntad.
Hacer la Voluntad de Dios es sin lugar a dudas la guía para ir por el sendero que nos llevará a la salvación. Y la herramienta es lteener un corazón humilde.