Señor, camino con valentía ante los nuevos desafíos que me va presentando la vida sabiendo que Tú intervienes en cada paso que doy.
Necesito que tu amor me acompañe con todas tus fuerzas para así asumir mis compromisos con valor y entusiasmo. Tú eres el motor de mi corazón.
Toma mis manos, prepáralas para la atención y el servicio. Como dijo San Juan de la Cruz: “en el atardecer de la vida seremos juzgados en el amor”.
Aquí me tienes Señor, quiero servirte con amor, ver tu rostro en los más necesitados y hacerles sentir tu cercanía y tu apoyo incondicional.
Para no fallarte, necesito de tu poder sanador, ser fiel a tus mandatos y estar lleno de tu bondad para poder irradiar esperanza y consuelo.
Sólo Tú, Dios de mi vida, llenas de pureza mi alma. Obras son amores, y quiero que mis obras sean en el mejor regalo de amor que pueda ofrecerte.
Gracias por tu actuación poderosa en mi vida, por darme parte de tu Gloria y por dirigir mis pasos con sabiduría. Quédate siempre cerca de mí.
Cuento con tu bendición y tu gracia que me bastan para entregar tu amor a todos los demás. Confío en tu poder hoy, mañana y siempre. Amén
Propósito para hoy.
Cumpliré con mis responsabilidades con alegría y sin quejarme si me asignan algo que parece injusto.
Frase de reflexión.
“Se me parte el corazón cuando pienso en los niños de Irak. Que la Virgen María, nuestra Madre, los proteja”. Papa Francisco
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Febrero 2020
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.