La liturgia de hoy nos invita a no vivir en la oscuridad, todo lo contrario, a permanecer en Su Amor y así vivir con intensidad la fe, la aceptación de Jesús en nuestra vida, con corazón sincero, con el corazón purificado de mala conciencia.
La liturgia de hoy nos invita a meditar si realmente creemos que Jesús ofreció a Dios un sacrificio definitivo por la redención de todos. Qué tipo de terrenos somos para la semilla que El quiere sembrar en el terreno de nuestro corazon?
Hoy en que recordamos a Timoteo y Tito, dos infatigables evangelizadores y la liturgia nos muestra cómo viviendo en Gracia, podemos vencer todo temor de mostrarnos como parte de la Iglesia, la familia de Dios, haciendo Su Voluntad.