La liturgia de hoy nos invita a reflexionar acerca del compromiso que requiere y supone una decisión en libertad de la respuesta: “yo y mi casa serviremos al Señor. Esto nos confronta con la realidad de la infancia espiritual.

La liturgia de hoy nos invita a reflexionar acerca de que toda nuestra historia es una historia de salvación en la que Dios está presente y va realizando su proyecto de amor para con cada uno de nosotros, nuestras familias y nuestra comunidad.

La liturgia de hoy nos invita a acercarnos a El que por medio de su Palabra hoy por un lado nos habla sobre como El nos acompaña e instruye siempre en nuestro caminar y por otro nos insta a practicar el perdón.

La liturgia de hoy nos recuerda la importancia de la amistad con Dios y practicar de manera correcta la corrección fraterna.

La liturgia de hoy nos recomienda que pongamos nuestro grano de trigo en el surco para que al amanecer de un nuevo día surja una espiga rica en fruto. Practiquemos la Caridad como Amor a nuestros hermanos.

En la liturgia de hoy encontramos de nuevo el centro de la vida del pueblo: la alianza de amor entre Dios y su pueblo que se manifiesta hoy en la cercanía de Jesús en nuestro diario vivir como lo hizo en aquel entonces.