?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
https://youtu.be/6yQzzds39bA
- Jos 3, 7-10
- Sal 113
- Mt 8, 21-19. 1
Es ahora Josué, alargando la misión de Moisés, el que guía al pueblo judío, al pueblo de Dios, hacia la tierra prometida. Este paso del río Jordán trae a la memoria el paso también extraordinario del Mar Rojo. Más allá de las acciones especiales, el protagonista de estos dos acontecimientos es Dios, presente ahora de manera misteriosa en el arca de la alianza. Dios cumple su promesa de sacar a su pueblo de la esclavitud y llevarle a una tierra fértil, nos comenta Fray Manuel Santos Sánchez.
Y continúa, en la misma línea, Dios, a través principalmente de su Hijo Jesús, es el que nos conduce y nos ayuda a llegar a la nueva tierra prometida, al cielo, de dos maneras principalmente. En primer lugar, mostrándonos el camino a seguir con sus indicaciones de cómo hemos de reaccionar ante todas las circunstancias que nos toque vivir en nuestro trayecto terreno, y, en segundo lugar, al no dejarnos nunca solos en este trayecto, acompañándonos siempre con su presencia amorosa para atravesar ríos, montañas, valles, caminos llanos… “No os dejaré huérfanos. Estaré siempre con vosotros hasta la consumación de los siglos”. De esta forma tenemos asegurada la llegada a la patria celestial.
Por otro lado, el rey de la parábola del evangelio, nos explica el Papa Francisco, “es un hombre generoso que, movido por la compasión, perdona una deuda enorme —«diez mil talentos»: enorme cifra— a un siervo que lo suplica. Pero aquel mismo siervo, en cuanto encuentra a otro siervo como él que le debe cien dinarios —es decir, mucho menos—, se comporta de un modo despiadado, mandándolo a la cárcel. El comportamiento incoherente de este siervo es también el nuestro cuando negamos el perdón a nuestros hermanos. […] Desde nuestro bautismo Dios nos ha perdonado una deuda impagable: el pecado original. Pero, aquella fue la primera vez. Después, con una misericordia sin límites, Él nos sigue perdonando todos los pecados en cuanto mostramos aunque sea solo una pequeña señal de arrepentimiento. Dios es así: misericordioso.”
En este ejemplo que nos propone Jesús, vemos que lo importante fue la actitud, que es un acto de la voluntad. El Rey quiso perdonar y perdonó, es decir, dejó libre a su siervo. El otro, por el contrario, dio rienda suelta a sus sentimientos y actuó equivocadamente, encerrando en la cárcel a su compañero. El perdón es una decisión que nos lleva, aun en contra del sentimiento (deuda) que permanece en nosotros, a cambiar nuestra actitud hacia la persona que nos ha ofendido.
La reacción humana es la de actuar negativamente hacia quien nos ofendió; la gracia, que apoya nuestra decisión, nos lleva a actuar de una manera sobrehumana y a mostrar una actitud positiva (que puede empezar con una sonrisa). Si no dejas que el sentimiento crezca (reforzándolo con tus actitudes) las gracias de Dios y tu esfuerzo cotidiano, harán que pronto desaparezca el sentimiento causado por la ofensa.
Es evidente que la Biblia no es un libro de ciencias… pero su tema es otro distinto, de hecho, es mucho más interesante: la historia de Dios con los hombres. Por eso no debemos acudir a la Sagrada Escritura para encontrar teorías o respuestas sobre matemáticas, física o química. Sin embargo, los números son muy importantes en todas las culturas antiguas, también en la hebrea. Y para entender este pasaje del Evangelio los números son la clave. Para un judío, el número 7 equivalía a “totalidad”, “plenitud”. Así, cuando Pedro le pregunta a Jesús si hay que perdonar hasta “siete veces”, lo que está queriendo decir es “¿tengo que perdonar todas las veces que me hagan daño?”, “¿tengo que perdonarlo todo?”. Pero Jesús en su respuesta va mucho más allá. Perdonar “setenta veces siete” equivale a decir, con una gráfica redundancia, que hay que perdonar “todo todísimo”, “siempre y todas las veces”. El Señor lo deja muy claro: el perdón debe ser siempre absoluto y total. Un cristiano debe perdonar siempre.
Palabra de Vida Mes de Agosto 2021
“El que se haga pequeño como este niño, será el más grande en el Reino de los Cielos.” (Mateo 18, 4) https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida
Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
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Recopilado por Rosa Otárola D, /
Agosto 2021
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.