La liturgia de hoy nos invita a reflexionar sobre la fuerza con que opera dentro de nosotros, el pecado, y a dejarnos guiar por la Gracia Santificante que Dios nos regala y, obtener así, la Salvación .
Como bautizados estamos bajo la gracia. Hoy la litugia nos interpela acerca de cómo mantenemos esa gracia en nuestro diario vivir, mientras esperamos la venida del Señor.
La liturgia de hoy nos invita a centrar nuestra atención en el hecho de la potencia de la gracia, no solo para justificarnos y darnos así la gracia para caminar de acuerdo a la Voluntad Dios, sino para sanar las heridas que deja el pecado
La liturgia de hoy, nos recuerda que la voluntad de Dios es nuestra salvación. El problema que tenemos es que nosotros la queremos como abrefácil y eso, no es así.
La liturgia de hoy nos hace un fuerte llamado a revisar cómo está nuestra fe, pues hoy en el mundo hay un gran sentimiento de orfandad: muchos tienen abundancia de cosas, pero les falta el Padre.