Hoy el Señor nos habla maravillosamente: “Yo soy el que vive”, “Paz a vosotros” . Los discípulos nos dicen: “Hemos visto al Señor” y Tomas le reconoce como: “Señor mío y Dios mío”
¿Cuál de ellas motivará nuestro días?
Hoy el Señor nos habla maravillosamente: “Yo soy el que vive”, “Paz a vosotros” . Los discípulos nos dicen: “Hemos visto al Señor” y Tomas le reconoce como: “Señor mío y Dios mío”
¿Cuál de ellas motivará nuestro días?
El Papa Francisco nos exhorta hoy:”La alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús. Quienes se dejan salvar por Él son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento. Con Jesucristo siempre nace y renace la alegría… …¿Por qué́ no entramos también nosotros…
La primera lectura nos da un claro ejemplo de cuál será nuestra actitud una vez que logramos tener un encuentro personal con Jesus Resucitado, como lo tuvo Pedro. entonces ya no seremos capaces de negarlo, ni nos esconderemos por miedo. Todo lo contrario, seremos como este Pedro, verdaderos evangelizadores. Esta es la actitud propia de…
¿Por qué os alarmáis? ¿por qué surgen dudas en vuestro interior?, ¿tú hablas con Jesús? ¿Le dices: Jesús, creo que estás vivo, que has resucitado, que estás cerca de mí, que no me abandonas?”.
Jesús no está en la tumba, él es el Resucitado, el Viviente, el que siempre renueva su cuerpo que es la Iglesia y lo hace andar atrayéndolo hacia Él.
La alegría se comparte para todos, es una experiencia que contagia, por eso el destinatario es el mundo en su totalidad, sin miedos, sin prejuicios, viviendo y compartiendo todo desde la humildad que requiere el amor que se dona con esperanza
Celebremos con júbilo este día de fiesta, porque Cristo el Cordero pascual, ha sido inmolado. El es el cordero sin pecado que ha salvado a sus ovejas.
María, en cambio, no fue al sepulcro porque había acogido la palabra de Dios en su corazón
Tú, ¿por qué buscas entre los muertos al que vive, tú que te encierras en ti mismo después de un fracaso y tú que no tienes ya la fuerza para rezar?
Hoy contemplamos la entrega de Jesus que, obedeciendo la voluntad de su Padre, dona su vida para librarnos del pecado y del mal. Y nos dice: Lo hice por ti. Lo hice todo por ti.