?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
- Gen 1, 1- 2,2
- Sal 103
- Gen 22, 1-8
- Sal 15
- Ex 14, 15. 15,1/ Ex 15, 1-2. 3-4. 5-6. 17-18
- Is 54, 5,14
- Sal 29
- Is 55, 1-12/ Is 12, 2-3. 4bcd. 5-6
- Bar 3, 9-15. 32-4,4
- Sal 18
- Ex 36, 16-28
- Sal 41
- Lc 24, 1-12
- Sal 117
La celebración de la Vigilia Pascual, es la más importante de todas las celebraciones cristianas, porque conmemora la Resurrección de Jesucristo.
La Vigilia, que significa pasar “una noche en vela”, cobra un sentido especial en la víspera pascual porque recuerda el pasaje bíblico (Mc 16:01) en el que un grupo de mujeres llegan al sepulcro para terminar de embalsamar a Jesús, pero no encuentran su cuerpo. Luego, un ángel se aparece y les dice: “¿Buscan a Jesús el Nazareno? No está aquí. Ha resucitado. Decidles a sus discípulos que vayan a Galilea y allí lo verán” (Mt 28, 6).
En la Vigilia Pascual se celebra la Resurrección que está adornada por el cumplimiento de todas las profecías y la recuperación vital de la vida de Jesús para no morir jamás.
Al inicio de la vigilia, luego de encenderse el cirio y proclamarse la Resurrección, se recita el “Pregón Pascual”.
En él se relata brevemente la historia de la salvación desde la creación, la prueba y caída de Adán, la espera y liberación del pueblo de Israel, hasta la entrega de Jesucristo, quien murió por nuestros pecados y nos lleva a la salvación.
El Pregón está dirigido a toda la humanidad pero especialmente para los cristianos. San Agustín nos invita a recordarlo constantemente porque es un mensaje de esperanza y nos transmite la victoria de la luz sobre la oscuridad.
Luego de las lecturas, continúa la Liturgia Bautismal o, por lo menos, la bendición del agua y la renovación de las promesas bautismales.
Finalmente, en la celebración eucarística se entonan los cantos del aleluya y se grita de júbilo. Se vive un ambiente festivo y de alabanza porque se cumplieron las promesas de Dios, especialmente por haber restaurado su amistad con la humanidad y otorgar la salvación.
En esta vigilia, recordemos que el ambiente del sábado después de la muerte del Señor reinaba entre los discípulos, el dolor, el temor, la incertidumbre ante el Misterio de Dios. Incluso las mujeres que estuvieron al pie de la Cruz, van a embalsamar el cuerpo del Señor porque ya lo consideran como a un muerto. Ellas no habían creído en la resurrección de Cristo, y cuando encontraron el sepulcro vacío se llenaron de terror. Y no entienden por qué no está el cuerpo de Jesús y comienzan a dudar de lo que él les había dicho sobre la resurrección. Al aparecerse el ángel , una de ellas le pregunta : ¿ Adónde se han llevado al Señor? Sólo cuando Cristo se les aparece, creen.
Meditemos, este es, pues el ambiente en el que nosotros también caemos, sobre todo en esos momentos de dolor, temor e incertidumbre que a veces enfrentamos, con ese recuerdo vivamos esta vigilia, pero que el fruto de ella sea una actitud como la de las mujeres recordando las palabras del Señor y su cumplimiento en nuestra vida. ¡El está Vivo, la muerte no tiene poder!
El Papa Francisco nos enseña: “¿Por qué buscan entre los muertos al que vive?. Esta pregunta nos hace superar la tentación de mirar hacia atrás, a lo que pasó ayer, y nos impulsa hacia adelante, hacia el futuro…
Hoy se dirige también a nosotros este interrogativo. Tú, ¿por qué buscas entre los muertos al que vive, tú que te encierras en ti mismo después de un fracaso y tú que no tienes ya la fuerza para rezar?
¿Por qué buscas entre los muertos al que está vivo, tú que te sientes solo, abandonado por los amigos o tal vez también por Dios?
¿Por qué buscas entre los muertos al que está vivo, tú que has perdido la esperanza y tú que te sientes encarcelado por tus pecados?
¿Por qué buscas entre los muertos al que está vivo, tú que aspiras a la belleza, a la perfección espiritual, a la justicia, a la paz?
Tenemos necesidad de escuchar y recordarnos recíprocamente la pregunta del ángel. Esta pregunta, “¿Por qué buscan entre los muertos al que está vivo?”, nos ayuda a salir de nuestros espacios de tristeza y nos abre a los horizontes de la alegría y de la esperanza.
Esa esperanza que mueve las piedras de los sepulcros y alienta a anunciar la Buena Noticia, capaz de generar vida nueva para los demás…”
Aprendamos de María, ella no fue al sepulcro porque había acogido la palabra de Dios en su corazón. Y por ser una mujer de fe profunda, había creído. Por lo tanto, ella no estaba desilusionada, ni asustada, ni desconfiaba. Sino que espera plenamente en la resurrección de su hijo.
Mes de abril
Evangeliza en todo el mundo
Planta algunas semillas de fe especialmente entre tus amigos y familiares. Con tu testimonio de conversión podrás sembrar esperanza y amor en el prójimo, no te olvides que debes ser reflejo del amor, perdón y compasión del Señor.
Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
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Recopilado por Rosa Otárola D, /
Abril 2019
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.