?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
- Hech 4, 1-12
- Sal 117
- Jn 21, 1-14
La primera lectura nos da un claro ejemplo de cuál será nuestra actitud una vez que logramos tener un encuentro personal con Jesus Resucitado, como lo tuvo Pedro. entonces ya no seremos capaces de negarlo, ni nos esconderemos por miedo. Todo lo contrario, seremos como este Pedro, verdaderos evangelizadores. Esta es la actitud propia de quién se ha convencido que construir sobre solo nuestros criterios, no tiene las bases suficientemente firmes, solo el construir con los criterios de Dios, es construir sobre la roca firme.
Es por ello necesario que todos y cada uno de nosotros experimentemos, también, este encuentro personal, como decía el Papa Juan Pablo II: “de ojos abiertos y corazón palpitante”, con Jesús resucitado, ya que este encuentro es el elemento que transforma nuestra vida.
Es por ello que en el texto del evangelio que meditamos hoy, hemos leído que el Señor, manda echar las redes a la derecha de la barca y recogeremos peces.
Echar la red a la derecha, tiene un simbolismo maravilloso, significa que hay que vivir en la presencia de Dios y santificar el momento cotidiano por simple que parezca. Estar con Jesús, a su lado o a la vista, como los discípulos, que le tenían en la orilla, esa es la auténtica y fructífera forma de vivir el trabajo cotidiano. Es hacer lo mismo que hacemos técnicamente hablando pero con el amor de Dios empapando cada acto personal. Echar las redes a la derecha en vez de a la izquierda es sonreír al que atendemos, tener paciencia con los que me rodean, saber disculpar sus fallos, no distraerme en mi trabajo, ponerme en el lugar de la persona a la que tengo que ayudar, es poner mucho amor en lo que hago… Entonces las redes se llenaran de peces. El pescador pesca peces y su trabajo ya es coherente a los ojos de Dios.
El Papa Francisco nos enseña: “El Evangelista subraya que “ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle quién era, porque sabían bien que era el Señor” (Jn 21,12).
Y esto es un punto importante para nosotros: vivir una relación intensa con Jesús, una intimidad de diálogo y de vida, de tal manera que lo reconozcamos como «el Señor». ¡Adorarlo!”
a Pascua es un tiempo propicio para que este encuentro se realice en lo profundo de nuestro ser. Simplemente hay que estar atentos, Jesús nos saldrá al encuentro en cualquier momento, no lo dejemos pasar sin que nos cambie el corazón.
Mes de abril
Evangeliza en todo el mundo
Planta algunas semillas de fe especialmente entre tus amigos y familiares. Con tu testimonio de conversión podrás sembrar esperanza y amor en el prójimo, no te olvides que debes ser reflejo del amor, perdón y compasión del Señor.
Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
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Recopilado por Rosa Otárola D, /
Abril 2019
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.