?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
- Iss 26, 1-6
- Sal 117
- Mt 7, 21. 24-27
Confiad siempre en el Señor. Las lecturas de hoy nos invitan a tomar conciencia de algunas actitudes propias del Adviento y también de las consecuencias que tiene cultivarlas en nuestra vida. “Tu estas cerca, Señor y tus caminos son rectos”, nos dice la Antifona de entrada
La primera lectura es la expresión de júbilo de quienes han puesto confianza en Dios y se sienten por ello seguros, con ánimo firme y en paz “porque El es nuestra fortaleza para siempre”.
Con la Oracion Colecta, pedimos al Señor que despierte su poder y que venga con gran fuerza en nuestra ayuda, para que lo que nuestros pecados habían impedido, lo apresure la gracia de su benignidad.
“No todo el que diga Señor, Señor! Entrará en el Reino de los cielos, sino el que cumpla la Voluntad de mi Padre que está en los Cielos’, y es que, como nos dice el padre Yepes en el audio, no se trata de abundancia de palabras, para acceder a las bendiciones divididas, sino de escuchar su Palabra y estar prontos a cumplirla, esta es la Voluntad Divina, pues ante “las tormentas” que se nos puedan presentar en la vida, solo el que ha edificado sus proyectos de vida sobre la roca firme, su Palabra, puede resistir y salir adelante. Es por eso tan importante dedicar cada día un rato a leer, meditar, escrutar, escuchar y obedecer lo que la Palabra nos indica. Es necesario, pues cultivar la escucha de la Palabra; no podemos descubrir la voluntad de Dios en nuestra vida si no la escuchamos, si no hacemos silencio en medio de tantas prisas y de tantos ruidos e imágenes que nos distraen y que me pregunto si no son formas de evadirnos de nosotros mismos.
Para escuchar necesitamos cultivar y trabajar una serie de actitudes que faciliten este silencio, que nos saquen de la dispersión en la que vivimos: atención al presente, orientar nuestro deseo acallando otros deseos, sosegar aquello que nos inquieta poniéndolo en manos de Dios y asi alimentarnos en auténtica sabiduría y crecer espiritualmente.
Entonces meditemos: ¿Cuáles son mis dificultades para hacer silencio y escuchar? ¿Qué me puede ayudar en este momento a cuidar el silencio?
Nos indica el Papa Francisco: “…el que escucha las palabras pero no las hace suyas, las deja pasar, es decir no escucha seriamente y no las pone en práctica, será como aquel que edifica su casa sobre la arena”. Y conocemos el resultado…
Cuando Jesús pone en guardia a la gente de los pseudo profetas, dice: “Por sus frutos los conocerán”. Y aquí, de su actitud: tantas palabras, hablan, hacen prodigios, hacen cosas grandes pero no tienen el corazón abierto para escuchar la Palabra de Dios, tienen miedo del silencio de la palabra de Dios y estos son los pseudo cristianos, los pseudo pastores. Es verdad, hacen cosas buenas, es verdad, pero les falta la roca.
Les falta la roca del amor de Dios, la roca de la Palabra de Dios. Y sin esta roca no pueden profetizar, no pueden construir: aparentan, porque al final todo se derrumba…”
Porque el acento del Evangelio de este día está en que esta escucha no basta; necesitamos llevar a la vida aquello que hemos recibido como Palabra de Dios en nuestro interior, hacerlo carne en la realidad de cada día. Significa en el fondo ser coherentes con la Buena Noticia del Reino que sólo la acogemos de verdad cuando ha impregnado todo lo que somos: pensamientos, actitudes y acciones. Esta coherencia no es una exigencia externa, una obligación que se nos impone desde fuera aunque a veces tengamos la tentación de echar balones fuera; es más bien una necesidad interior para vivir la vida de una forma armónica, unificada.
Hoy recibimos una invitación a pasar por el corazón un día de nuestra vida, a poner nombre a aquello que hemos ido viviendo, realizando y después a preguntarnos ¿En qué medida hemos ido, a través de ello, viviendo el amor y el abrazo de Dios a la realidad concreta y a los otros que Dios va poniendo en nuestro camino? ¿Hemos podido vivir esa realidad desde la esperanza puesta en Cristo y desde el deseo de seguirle? Pidamos en este día al Señor que nos ayude a enraizarnos cada vez más en Él para que sea nuestra roca.
Mes de diciembre
Servir, servir y servir
/Mantén vivo siempre en tus pensamientos la idea de que eres un servidor de los demás. Sirviendo a los demás con amor y alegría consolidas y aumentas la virtud de la Humildad. Recuerda que Dios “miró la pequeñez de su esclava” y “enaltece a los humildes de corazón”
Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
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Recopilado por Rosa Otárola D, /Diciembre 2019
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.