Hola mis lectores. Hoy quiero compartirles la tercera visita que la hermana muerte hizo en la vida de mi esposo.
En esta ocasión fueron dos visitas, y aunque el encuentro no fue con él, si creo que personalmente lo fue preparando para su Encuentro definitivo y personal con El, a pesar de que era un niño en el primero tenía 5 años y en el segundo un año más de vida; de eso les hablaré más adelante.
Primero quería a manera de introducción comentarles que ayer en que celebramos de Todos los Difuntos, dimos gracias a Dios con toda la Iglesia peregrina, por la presencia de Nando ya como militante de la Iglesia Triunfante.
Personalmente, creo que como nos decía el sacerdote en la Eucaristía que la existencia humana se tiene que prolongar en algo más y, reflexionando sobre el ejemplo que nos indicó de que somos una matita y recodando todos los arreglos que generosamente muchos como expresión de cariño, lo cual aprovecho para agradecer, muy particularmente, me puse a meditar en la vida de Nando como una rosa, son muy lindas, llenas de colores y adornan la vida de muchos, pero también tienen espinas.
En la vida de Nando hubo rosas de bellos colores, sobre todo antes de los cinco años, en que como les comentaba ocurrió la primera visita que la hermana muerte les hizo, esta vez en la vida de su hermana Rosita, quien jugando, accidentalmente perdió el equilibrio y se fue para atrás; del golpe en la cabeza se le desarrolla una meningitis y muere en menos de 24 horas. Es cuando comienzan las espinas de las rosas a punzar su vida y un año después lo llevan a sangrar de dolor, pues su papá muere de un infarto y él y su mamá comienzan por un calvario de vida que lo acompañó durante gran parte de su vida.
Y es que como peregrinamos, el terreno que pisamos no siempre es el mismo, pues podemos encontrarnos con rocas, con montañas empinadas, con desiertos, y muchos otros acontecimientos que hacen que nos sintamos agobiados, con heridas profundas muy difíciles de sanar, como le ocurrió a mi esposo.
Sin embargo, también podemos encontrar terrenos llenos de árboles frondosos que nos permiten alimentarnos, como también tuvo la oportunidad de experimentar él a través de grandes benefactores, amigos, compañeros y mucha gente que lo quiso, lo ayudó y le hizo saber que era amado.
Ayer en la Eucaristía dábamos gracias a Dios, pues volviendo al ejemplo de las rosas, todos sabemos que estas al ser cortadas, mueren y todo se acaba. En nosotros, los cristianos, la realidad es diferente pues la fe que profesamos, se basa en la esperanza puesta en un Cristo muerto en la Cruz pero que Resucitó de entre los muertos y con ello nos da la Salvación. Esto como nos decía el sacerdote, no es una idea, es una esperanza de realidad de vida, ya que nuestra vida no termina, se prolonga en la eternidad, se transforma en un eterno presente en el que Dios nos sigue amando.
Esta es nuestra fe, la fe que profesamos y es la que trae gran paz a nuestro corazón: Nando ya descansa en Cristo, ya se liberó de los lazos de la hermana muerte, esta ya cumplió su cometido, lo condujo ante la presencia del Señor, ya Nando alcanzó la Vida Eterna, por Jesucristo, nuestro Señor y es amado por toda la eternidad, ya no hay espinas en las rosas de su vida, solo los más maravillosos colores.
¿Cómo no tener el corazón lleno de Paz y Agradecimiento ante el Señor?
¡Bendito sea Dios!
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Noviembre 2022.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.
Así lo veo hoy. Mientras estaba esperando el turno para ir a proclamar la lectura que me pediste en el funeral de Nando, contemplaba la imagen del fraile que está al lado izquierdo del sagrario: vi la mirada de Nando cambiada; sus ojos relucientes y una sonrisa serena. Finalmente es plenamente feliz, pensé. Y dije lo mismo, bendito sea Dios!