Hoy la liturgia nos habla de las señales proféticas que hemos recibido desde el Antiguo hasta el Nuevo Testamento y aún hoy para que nos convirtamos y alcancemos la Salvación.
Hoy la liturgia nos invita a nos comprometamos a vivir una vida centrada en el Amor en obras concretas, como el Samaritano y a dejarnos de escondernos como Jonás