Ante la pregunta inicial ¿Qué frutos recogerá el Señor? La liturgia, nos invita a mirarnos como viña del Señor, que cultivada por el amor divino tiene por vocación dar frutos de santidad y gracia.
¿Qué desea mi corazón? ¿Dónde estoy real y existencialmente mientras la comunidad de los creyentes camina hacia la Semana Santa? Esta es la confrontación que nos hace la liturgia de hoy.
Hoy la liturgia nos llama a la coherencia y para ello es necesario como nos invita la Cuaresma, dejarnos interpelar por Dios abriéndonos a la oración, la reflexión y la profundización
Seguimos caminando con el Señor por la Cuaresma y hoy particularmente nos invita a acercarnos a El y escuchar su Palabra con atención para así confiar en El.