La liturgia de hoy nos enseña que no es la permisividad de los Corintios, ni la rigurosidad de los escribas y fariseos, sino la fe es la que nos devuelve al buen camino.
Hoy el Señor nos invita nuevamente a considerarnos sus servidores y administradores fieles y justos, para ello nos insta a disfrutar de su presencia, “mientras el esposo está…”