Hoy la liturgia nos presenta la necesidad que tiene la Iglesia de evangelizadores. Para ello se hace necesario que creamos en Jesús que calma toda tempestad que podamos encontrar en esta misión.
En el clima de la Pascua seguimos escuchando las diversas situaciones por las que pasaron los discípulos después de vivir la experiencia de la nueva presencia de Jesús, junto a ellos
Para pasar de ser misericordiados a ser misericordiosos, la clave es nuestro espíritu. Para ser renovados, debemos volvernos a nuestro espíritu, donde el Espíritu divino mora
Después de la paz que rehabilita y el perdón que realza, el tercer don con el que Jesús misericordia a los discípulos es ofrecerles sus llagas. Esas llagas nos han curado
La liturgia de hoy nos habla de la misión profética del cristiano que cree y vive del gran Amor de Dios, pues toda la fe, toda la teología nos habla de que Dios nos ama con amor gratuito y sin límites