Cuando repetimos el “bendito el fruto de tu vientre” prestamos, por así decir, nuestra boca nuevamente al Espíritu Santo y nos convertimos en anunciadores de la Buena Noticia.
Hoy celebramos dos acontecimientos importantes para nuestra sociedad: El Día Internacional de la Familia y el Día del Agricultor. Y esta frase de la primera lectura, Miqueas 6, 8, aplica para ambas celebraciones.
Hoy que se celebra el Día Internacional de la Familia, vamos a reflexionar en ella como nicho de principios y valores importantes para la sociedad y en cuál modelo podemos tomar todas las enseñanzas para lograr una verdadera familia.
Hoy la liturgia nos presenta la elección de Matías; nosotros también quisiéramos ser parte de sus testigos. Los textos que hemos meditado, nos muestran el camino para guardar sus mandamientos, permanecer en Él y dar así testimonio.
La liturgia de hoy que celebramos a la Virgen de Fátima, nos invita a recordar que la tristeza se convertirá en alegría, pues son pocas las ocasiones en que el mundo, aparentemente, ha triunfado sobre los cristianos y se ha alegrado por ello.