Jesús mío, gracias por esa paz y consuelo que trae el sentir tu presencia cada día cuando cierro mis ojos al mundo y pienso en todas tus bendiciones. Seguirte no es tan sencillo; el mundo me abre tantas puertas de fantasías que a veces me deslumbran tanto que me desorientan y pierdo tu camino.
Debo entender que esas maravillas terrenales son solo ilusiones pasajeras que me distraen de mi verdadero objetivo: buscar tu Reino y tu Justicia. Tú me enseñas que debo tratar a los demás como yo quiero ser tratado, es una regla de oro para poder entrar por esa puerta estrecha que me ofreces.
No quiero sentir miedo de abrir la puerta de mi corazón a todos cuantos necesiten descubrirte, pues tu alegría y salvación es para todos. Aumenta mi deseo de servir y amar, pues en esa donación, encontraré la puerta que me da la vida en abundancia, la Puerta de tu Corazón.
Comprendo que, para seguirte, debo amar y tener esa empatía con los demás como Tú la has tenido conmigo. Por eso, límpiame de egoísmos. Haz crecer en mi corazón ese desprendimiento del mundo para poder donarme por completo y proclamar las maravillas del Cielo. Amén.
Propósito para hoy.
Servir con amor a tus seres amados sin esperar nada a cambio. Prepara la mesa, limpia el hogar, regala abrazos. Todo en silencio. Aplica para hombres y mujeres.
Frase de reflexión.
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p data-originalfontsize=”17px” data-originalcomputedfontsize=”17″>”La Palabra de Dios se nos da como Palabra de vida que transforma el corazón, que renueva, que no juzga para condenar, sino que cura y tiene como fin el perdón ¡Una Palabra que ilumina nuestros pasos!”. Papa Francisco.
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Junio 2020
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.