Señor mío, gracias por darme la oportunidad de contarme entre los tuyos. Tú Palabra es mi apoyo en momentos difíciles y mi brújula para llegar al Cielo. No quiero ser una persona incoherente y olvidarme de tus mandatos, uno de esos que dicen conocer tu palabra, pero a escondidas hago otra cosa.
Quiero mantenerme firme entro lo que digo y hago. Sólo Tú puedes darme la fuerza para sostenerme y salir adelante en los momentos de quiebre. Quiero creer en Ti, demostrarte con mis obras que te amo, pues ¿cómo podré decir que pertenezco a tu familia sino practico lo que me dices?
Señor, gracias por haberme dejado a tu Madre, ella es mi compañera de caminos, mi estrella de la mañana, la más grande de tus discípulos. Espero que yo, a fiel ejemplo de María, pueda imitarte también en todas tus virtudes, amarte y ser uno de los que trabajan para tu Reino.
Tú has dicho que quien practica tu Palabra se convierte en una María, en cada uno de tus discípulos y así comenzamos a ser parte de tu familia. A María acudiré siempre para que me consuele en las dificultades y me ayude a alcanzar una verdadera imitación de tu vida y de tu amor. Amén
Propósito para hoy.
Encomendar a tu Nación a los Ángeles de la guarda, pidiendo paz a todos los conflictos y protección ante la pandemia.
Frase de reflexión.
“El Espíritu Santo, cuando lo invitamos a nuestras heridas, unge los malos recuerdos con el bálsamo de la esperanza, porque Él reconstruye la esperanza”. (Papa Francisco, 3.09.2019)
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Julio 2020
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.