Padre del amor, te doy gracias por amarme infinitamente y por las manifestaciones que has tenido en los más mínimos detalles de mi vida.
Tú eres la luz del mundo, la que ha venido a dar vida a la humanidad. Te reconozco como el Dios de todos los tiempos, el Dios de la paz, la justicia y el amor.
Derrama tu amor en mi corazón, que siempre pueda sentir el celo ardiente por todas las cosas santas y sea además un fiel cumplidor de tu ley divina.
Ayúdame a tener una fe como la de María y José, quienes, sintiendo el gozo en su corazón, llevaron al Niño Dios al Templo para presentarlo al mundo.
Ayúdame a sentir ese gozo por salir a tu encuentro y a que, junto a mi familia, vaya lleno de entusiasmo a recibir tu Palabra y tus Sacramentos
Tu luz pone en evidencia las intenciones torcidas que aún habitan en mi corazón: egoísmo, soberbia, vanidad; obstáculos en mi camino de vida.
Libérame de toda opresión y realiza en mí una nueva creación, para así amarte y servirte como lo hizo María, sin reservas y con entera humildad.
Cuento desde ya con tu gracia para ser portador de tu luz y llevarla con valentía y dar esperanzas a los más desvalidos y abandonados. Amén
Propósito para hoy
Revisar al final del día las actividades que realicé y discernir, en torno a la fe, si han tenido algún valor espiritual.
Frase de reflexión
“Señor, enséñanos a salir de nosotros mismos. Enséñanos a ir a la calle y dar a conocer tu amor”. Papa Francisco.
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Febrero 2020
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.