Alabado sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, pues él es el Padre que nos tiene compasión y el Dios que siempre nos consuela. Él nos consuela en todos nuestros sufrimientos, para que nosotros podamos consolar también a los que sufren, dándoles el mismo consuelo que él nos ha dado a nosotros. Porque así como los sufrimientos de Cristo se desbordan sobre nosotros y nosotros sufrimos con él, así también por medio de Cristo se desborda nuestro consuelo. 2 Cor 1:3-5
Señor, Dios nuestro, Padre compasivo, Dios Hijo obediente hasta la Cruz y Dios Espíritu Santo lde todo consuelo, quien nos alienta y fortalece. Santísima Trinidad, te damos gracias por convertir nuestro sufrimiento en senda a la vida, en ser el ancla que tenemos para el alma que nos da una esperanza segura y firme cuando te cedemos el control pues como nos dices en la canción Dios siempre tiene el control, porqué desesperarnos o atemorizarnos, o cuestionarle si Dios tiene el control, si ni entendemos lo que sucede debemos vivir tranquilos y en paz disfrutando de su bendición.
En este día Señor de rodillas te pedimos perdón por todos esos momentos en que nuestra arrogancia ha sido más fuerte que el Hágase, y no te hemos dejado actuar y además nos desesperamos porque las cosas no han salido como creíamos que era tu Voluntad cuando en realidad era lo que queríamos. Perdón Padre Amoroso, fiel y misericordioso, por no amarte y solo amar lo que puedas darnos; acudimos aTi , pidiéndote misericordia con la certeza que Tú puedes cambiar lo más difícil en lo que es mejor para nosotros.
Alabado sea tu nombre Señor Jesus por abrirnos camino en medio del pecado y la muerte. Alabado sea tu nombre porque tú nos has mostrado en la Cruz, un camino en medio de toda maldad, un camino que es bendito.
¿Quién subirá al monte del Señor ?
¿Y quién estará en su lugar santo?
El limpio de manos y puro de corazón;
El que no ha elevado su alma a cosas vanas,
Ni jurado con engaño. Salmo 23, 3-6
Oh Espíritu Santo,
Amor del Padre, y del Hijo,
Inspírame siempre
lo que debo pensar,
lo que debo decir,
cómo debo decirlo,
lo que debo callar,
cómo debo actuar,
lo que debo hacer,
para gloria de Dios,
bien de las almas
y mi propia santificación.
Entra hasta el fondo del alma,
divina luz y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre,
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado,
cuando no envías tu aliento.
Espíritu Santo,
Dame agudeza para entender,
capacidad para retener,
método y facultad para aprender,
sutileza para interpretar,
gracia y eficacia para hablar.
Dame acierto al empezar,
dirección al progresar,
y perfección al acabar.
Amén.
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Recopilado por Rosa Otárola D, /
Octubre2020
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.