Cuando llegó la plenitud del tiempo, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la ley, para rescatar a los que estaban bajo la Ley, para que recibiéramos la adopción filial. Gal 4
Te aclamamos. Santa Madre de Dios porque has dado a luz al Rey que gobierna el cielo y la tierra por los siglos de los siglos.
Santa María, Madre de Dios, consérvanos con un corazón de niños, puro y cristalino como el tuyo. Danos un corazón sencillo que no se quede en las tristezas; un corazón grande para entregarse por completo, tierno en la compasión; un corazón fiel y generoso que no olvide ningún bien ni guarde rencor por ningún mal.
Fórmanos con un corazón manso y humilde, que ame sin pedir nada a cambio, gozoso al desaparecer en otro corazón ante tu divino Hijo; un corazón grande e indomable que con ninguna ingratitud se cierre, que con ninguna indiferencia se canse; un corazón que construya todo sobre la roca de Jesús, que toda su vida sea poner en el centro a Dios y todo se ordene para hacer su santa voluntad, un corazón que alabe, que adore a Cristo nuestro Señor, por los siglos de los siglos.
Tú, Padre amoroso, que velas por nosotros y estás por encima de los límites del tiempo y del espacio, sabes lo que necesitaremos en este año que inicia. Nos abandonamos a tu misericordia, a tu providencia. Que sea lo que Tú dispongas, Señor.
Al comenzar un nuevo año te damos gracias por todo lo que hemos recibido de ti, Señor; agradecemos por nuestra familia, por la vida, por la salud, por el cariño y amor que recibimos, por los días de luz, por los amigos, por el trabajo, por todo lo que nos das a cada instante.
Dios Eterno, principio de toda criatura; concédenos que en este año que estamos estrenando, podamos gozar de paz, felicidad y justicia, que abundemos en bienes terrenales y seamos luz del mundo por la perfección de nuestras obras.
Aumenta nuestra fe para que sea capaz de descubrir tu presencia a nuestros lado más allá de las circunstancias. No permitas que nada nos separe de Ti. Danos fortaleza y perseverancia en las pruebas, y ayúdanos cada día a recordar que nunca sucederá nada que Tú y yo juntos, no podamos superar.
Te pedimos para este año 2021:
Que seamos felices, Señor en este universo nuestro: él nos da vida, sustenta y rige.
Que seamos felices, Señor, con el perdón y la caridad.
Tú el más poderoso para desterrar los odios y amarguras,
Tú el más perfecto para enseñarnos a vivir en amor y en armonía
Tú el más bondadoso para establecer entre nosotros la paz.
Que seamos felices, Señor, con tu palabra: sin ella no hay humanidad, ni solidaridad, ni igualdad.
Que seamos felices, Señor, con el amor: es la única luz necesaria para alumbrar días y noches, para llenar nuestros hogares de afecto y dicha, para llenar lo que nos rodea de alegría y entendimiento.
Que seamos felices, Señor, en este nuevo año.
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Diciembre2020
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.