Mi Señor, Solo en Ti puedo encontrar la fuerza de la misericordia que llena de paz mi vida, de esperanza, levanta el alma y me hace caminar confiado.
Estoy convencido que estás por encima de todo. Tú eres el Hijo de Dios, el Rey de reyes y me has hablado del Reino del Padre porque procedes de Él.
En Ti espero la vida eterna, esa vida nueva que inició con mi bautismo y que con mis faltas la he oscurecido yéndome por caminos errados y lejos de Ti.
Sáname de todas esas heridas que causan desolación a mi alma. Sé que Tú todo lo puedes, Tú eres capaz de hacer brillar hasta el más oscuro pecador.
En tus llagas esparciste la misericordia divina, me abriste el camino a la salvación y me hiciste sentir una persona valiosa y merecedora de tu Gracia.
Creo en Ti, en que vas derramando bendiciones a todo el que acepta tu amor y deja atrás su vida pecaminosa, descubriéndote como el más grande tesoro.
Confío, en que en estos momentos me bendices y así como el Padre te ama, Tú me amas de igual modo. Bendito seas mi Jesús, mi Señor, mi Salvador.
Contigo no hay miedo que valga, no hay problema que no quede sin solución, porque a tu lado experimento consuelo, seguridad y protección. Amén
Propósito para hoy
Evitaré cualquier tipo de enojo durante el día con mis seres queridos por alguna discrepancia o situaciones de injusticias, ofreciéndolo por mi propia conversión y por la de ellos.
Frase de reflexión.
“La respuesta de los cristianos a las tormentas de la vida y de la historia no puede ser otra que la misericordia: el amor compasivo entre nosotros y hacia todos, especialmente hacia quien sufre, quien tiene más dificultades, quien está abandonado”. Papa Francisco
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Abril 2020
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.