La fragilidad emocional tiene que ver con tu debilidad, con lo expuesto que estás a que otros, a que lo que te pase, te golpee y te resquebraje hasta tumbarte, incluso aunque no te rompa del todo. ¿Eres una persona con fragilidad emocional? Por supuesto que sí, ningún ser humano es omnipotente, todos podemos rompernos por algún lado. Descubrir por qué lados nos rompe la vida nos ayudará a cerrar esas fisuras y tapar esos agujeros por los que nos delatamos como personas vulnerables. Observar atentamente tu fragilidad también es un signo de poder e inteligencia.
Si observamos detenidamente las historias de sanación, nos dice Anselm Grüm en su libro Sanación del Alma, descubriremos posibilidades para nuestra sanación y pasos hacia una vida auténtica. En el centro estará una y otra vez el reconocimiento de que no debemos realizar la sanación por fuerza propia. Ella tiene lugar cuando observamos y elaboramos nuestras propias relaciones a la luz de la historia de relaciones bíblicas y nos ofrecemos con nuestras heridas a este Jesucristo, para que su espíritu sanador nos toque, nos levante y nos coloque en el camino en el cual hallaremos nuestra verdadera vocación, el cual florezca nuestro ser auténtico e ileso…
También nos explica el autor otro elemento importante y es que debemos observar previamente cómo nació nuestra imagen de Dios, por qué nos aferramos aun inconscientemente a la imagen del Dios severo, arbitrario y controlador, por qué aún el Dios contador o el Dios exigente. En qué medida podemos reconocer u amar en Dios a nuestra autentica madre o a nuestro autentico padre, dependerá de nuestras propias experiencias paterna y maternas…
Y además nos indica que las heridas espirituales. No solo duelen, también son al mismo tiempo oportunidad de crecer espiritualmente… la herida quiebra mi máscara detrás de la cual no solo me escondo gustosamente frente a las personas sino también frente a Dios.
Edwin McManus afirma que el proceso de llegar ser la persona que Dios quiere que seamos, usualmente no es de de éxito, éxito, éxito. Es de pérdida, éxito, fracaso, éxito, despecho, éxito, desilusión, éxito.
Y Pete Wilson en su libro Plan B, indica que nuestra visión de lo que Dios quiere y lo que está haciendo en nuestras vidas es muy limitado.
Tendemos a pensar que Dios está con nosotros solo cuando todo está marchando de maravillas y todas las gráficas de nuestra vida van hacia arriba y hacia la derecha, Pensamos que nuestras situaciones Plan B son señales que no estamos donde Dios quiere que estemos. Creemos que nuestro sufrimiento es una señal de que no estamos entendiendo algo bien, y no que es evidencia de que Dios está obrando para enseñarnos y traernos bendición.
Y Pete Wilson termina este capitulo titulado Latigazos, con esta impresionante reflexión que te dejo para hoy: ¿Por qué estás pasando por lo que estás pasando? No lo sé. ¿Es la voluntad de Dios para tu vida eso que estás haciendo? No lo sé. ¡Terminará pronto? No lo sé.
Tal vez tu tampoco lo sepas. Quizá nunca lo sabrás. En esta vida muchas de nuestras preguntas simplemente no van a tener respuesta. Pero a través de todas ellas. Dios nunca va a a bitar. Por eso nuestra fe debe descansar en su identidad y no necesariamente en su actividad.
¿Y quién es él? El es el Dios que es fiel. El Dios que cumple sus promesas. El Dios que está con nosotros en cada momento, y que está en el proceso de que todo obre para bien. Aun en los momentos que parecen latigazos. Aun cuando el fondo parece desprenderse y las malas noticias hacen que nuestra cabeza de vueltas.
Aun en medio de un Plan B, tu realmente solo tienes una tarea, un llamado.
Y Es hacer los que harías si estuvieras seguro que Dios está contigo.
ORACIÓN EN MEDIO DE LAS TORMENTAS DE LA VIDA
Ven Jesús a calmar mis tormentas, aquellas que llegan inesperadamente
y me quitan la paz y la alegría.
Tormentas de faltas de salud, de situaciones difíciles en mi familia, en mis emociones, en mi economía, aquellas que logran que aparezca la incertidumbre y ella golpee con fuerza mi fe.
Hazte presente para abrazarme, protegerme y devolverme la confianza en que Tú, todo lo puedes.
Tormentas de desesperanza en las crisis que como fuego queman mi interior y me sumergen en dolor y desconfianza de tu poder.
No permitas Jesús que el dolor venza, la falta de confianza en Ti me derrumbe y haz que con tu Señorío, vuelva la paz, la salud, la calma.
Ante Tí, las tormentas enmudecen, la salud se recupera y los milagros suceden.
Contigo la luz vuelve a brillar y la esperanza resurge.
No tardes en responder, corro a tus pies porque pareces dormir, mas no lo haces sino que es mi ansiedad y apremio que me desequilibra y quiebra.
Señor de la calma y la salud.
Protector Soberano de nuestras vidas, ven a calmar nuestras tormentas.
Amén.
Pide a Jesús la confianza absoluta en medio de tus tormentas y no dudes, que Él…puede.
Autor: Teresita M. Feyuk
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Junio 2021
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.