Continuamos con la homilia que dio el 7 de marzo 2021, el Papa Francisco, en su viaje a Irak, “Algo que dijo la señora Doha me conmovió; dijo que el perdón es necesario para aquellos que sobrevivieron a los ataques terroristas. Perdón: esta es una palabra clave. El perdón es necesario para permanecer en el amor, para permanecer cristianos. El camino hacia una recuperación total podría ser todavía largo pero les pido, por favor, que no se desanimen. Se necesita capacidad de perdonar y, al mismo tiempo, valentía para luchar. Sé que esto es muy difícil. Pero creemos que Dios puede traer la paz a esta tierra. Nosotros confiamos en Él y, junto con todas las personas de buena voluntad, decimos “no” al terrorismo y a la instrumentalización de la religión.”
Y es queTodos hemos sido heridos, algunos más que otros. No somos ajenos a las amargas decepciones. ¿Pero te has preguntado qué es lo que duele?
¿Es el asalto el que nos lastima o es la relación que tenemos con el perpetrador que nos hiere?
De todos modos, cuando heridos, todos nos sentimos traicionados y nuestra necesidad de retribución se apodera de nuestras vidas. Todos anhelamos justicia. Todos anhelamos escuchar el arrepentimiento de la persona que nos dañó. Todos sentimos la ira, la indignación, el resentimiento y el dolor. Y como si la infracción no fuera lo suficientemente dolorosa, a menudo nos atormentamos aún más con la vergüenza y la culpa de sentirnos responsables de alguna manera por no haberlo visto, por haber permitido que sucediera y tal vez por haber confiado tanto.
Independientemente de cual es tu batalla y del mal que te hayan hecho, déjalo ir. Sí, has leído esto correctamente!
Como dice el autor Gary Chapman, “El perdón no se trata de borrar tu memoria. El perdón no se trata de eliminar las consecuencias de las malas acciones. El perdón no se trata de reconstruir la confianza ni el perdón garantiza la reconciliación.”
El perdón se trata de amarte a ti mismo lo suficiente para liberarte del dolor. Se trata de dejar ir lo que no puedes cambiar. Se trata de renunciar a la esperanza de que las cosas hubieran podido ser diferentes. Se trata de liberarte del dolor, el resentimiento y la sed de venganza que envenena tu espíritu.
La parte más aterradora sobre el perdón es la noción errónea de que debes enfrentarte al causante de tu dolor. No tienes que enfrentarlo o hablar con la persona que te causó dolor a menos que así lo elijas. El perdón es un trabajo interno y solo te concierne a ti. Es tu elección y puedes hacerlo completamente solo. ¡Créeme! He estado allí y he hecho eso!
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Abril 2021
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.