?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
https://youtu.be/KffJ1kJuEbk
- Zac 8, 1.8
- Sal 101
- Lc 9, 46-50
Marcado por un fuerte contexto mesiánico, el profetaZacarías, invita en la primera lectura a retomar la confianza en el Dios que salva, en el Dios que hace prodigios insuperables e increíbles, en el Dios que ha hecho alianza con su pueblo para llevarlo a la felicidad y a la paz perfecta.
En medio de nuestros tiempos de incertidumbre económica y a veces política, en donde podemos en ocasiones vernos presos de la angustia, desconfianza y desesperación, la palabra de Dios “siempre viva y eficaz” nos recuerda, como lo hizo con el pueblo del AT, que hoy más que nunca nuestro Dios es un Dios cercano, que ha puesto su tienda no únicamente entre nosotros sino en nosotros mismos. Jesús está y estará con nosotros siempre para asistirnos en nuestras necesidades y para hacer de nuestra vida una experiencia de amor vivida en la paz y el gozo del Espíritu.
Y nos invita a meditar la Hna. Gotzone Mezo Aranzibia O.P.: la promesa de salvación por parte de Dios ¿despierta algún interés real en mi vida? ¿Encuentra eco dentro de mí? ¿Por dónde andan mis búsquedas de salvación? ¿En quién o en qué pongo mi esperanza?
La salvación de Dios que el profeta dibuja en el texto es aparentemente “sencilla”: las calles de Jerusalén estarán pobladas de ancianos y ancianas, que se sentarán tranquilos, chiquillos y chiquillas que jugarán en ellas… ¿Soñamos con algo más “sofisticado”? En cualquier caso no es una salvación sólo para después de la muerte, Dios nos está salvando siempre. ¿Tenemos alguna dificultad para descubrir esa salvación actuando permanentemente?
No se trata de una salvación que podamos esperar pasivamente, dando por hecho que en algún momento Dios va a arremeter contra el mal presente en el mundo para aniquilarlo. Ni se nos va a imponer contra nuestra voluntad. Experimentar la salvación de Dios supone ponerse a la tarea de “vencer al mal con el bien”, no porque sea una obligación sino porque es el único modo de sentirse felices en lo profundo. Si continuamos la lectura de este capítulo de Zacarías comprobaremos que el Señor indica al pueblo lo que tienen que hacer. ¿Qué males, personales y colectivos, nos azotan hoy? ¿Cuál es mi compromiso para introducir el bien en el mundo?
El pasaje termina con la frase preferida de Dios en la cual recuerda cuál es nuestra relación con ÉL: “Yo soy tu Dios y tú eres mi pueblo”. Ojalá y que nunca olvides esto, que tú eres no sólo parte de su pueblo sino su hijo amado y que ÉL es tu Dios al que puedes recurrir siempre con confianza.
El Papa Francisco nos explica que “el futuro de un pueblo está aquí: en los ancianos y en los niños. Un pueblo que no se preocupa de proteger a sus ancianos y niños no tiene futuro, porque no tendrá memoria ni promesa. ¡Los ancianos y los niños son el futuro de un pueblo! Qué frecuente es dejarlos de lado, ¿no? La señal de la presencia de Dios es ésta, así ha dicho el Señor: «Los ancianos y las ancianas se sentarán de nuevo en las plazas de Jerusalén, cada uno con su bastón en la mano, a causa de sus muchos años. Las plazas de la ciudad se llenarán de niños y niñas, que jugarán en ellas». (cfr. Za 8, 4-5). El juego nos hace pensar en la alegría: es la alegría del Señor. Y estos ancianos, sentados con sus bastones en la mano, tranquilos, nos hacen pensar en la paz. Paz y alegría: ¡este es el aire de la Iglesia!
Hoy, nos comenta el Prof. Dr. Mons. Lluís CLAVELL, que camino de Jerusalén hacia la pasión, «se suscitó una discusión entre los discípulos sobre quién de ellos sería el mayor» (Lc 9,46). Cada día los medios de comunicación y también nuestras conversaciones están llenas de comentarios sobre la importancia de las personas: de los otros y de nosotros mismos. Esta lógica solamente humana produce frecuentemente deseo de triunfo, de ser reconocido, apreciado, agradecido, y falta de paz, cuando estos reconocimientos no llegan.
La respuesta de Jesús a estos pensamientos —y quizá también comentarios— de los discípulos recuerda el estilo de los antiguos profetas. Antes de las palabras hay los gestos. Jesús «tomó a un niño, le puso a su lado» (Lc 9,47). Después viene la enseñanza: «El más pequeño de entre vosotros, ése es mayor» (Lc 9,48). —Jesús, ¿por qué nos cuesta tanto aceptar que esto no es una utopía para la gente que no está implicada en el tráfico de una tarea intensa, en la cual no faltan los golpes de unos contra los otros, y que, con tu gracia, lo podemos vivir todos? Si lo hiciésemos tendríamos más paz interior y trabajaríamos con más serenidad y alegría.
Esta actitud es también la fuente de donde brota la alegría, al ver que otros trabajan bien por Dios, con un estilo diferente al nuestro, pero siempre valiéndose del nombre de Jesús. Los discípulos querían impedirlo. En cambio, el Maestro defiende a aquellas otras personas. Nuevamente, el hecho de sentirnos hijos pequeños de Dios nos facilita tener el corazón abierto hacia todos y crecer en la paz, la alegría y el agradecimiento.
hoy que nuestra Iglesia Católica conmemora a San Vicente de Paúl, Presbítero, fundador de la Congregación de la Misión y de las Hijas de la Caridad. Nombrado Limosnero Real por Luis XIII, función en la cual luchó por mejorar las condiciones de los campesinos y aldeanos. Realizó una labor caritativa notable, por la cual recibe el título de apóstol de los pobres, pidamos con la Oración Colecta que animados por el mismo espíritu que movió a esta gran Santo, amemos lo que él amo, y pongamos por obra lo que enseñó.
Palabra de Vida Mes de Setiembre 2021
“El que quiere ser el primero, debe hacerse el último de todos y el servidor de todos” (Marcos 9, 35) https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida
Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
? ?
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Setiembre 2021
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.