https://youtu.be/sFGuv9jAsbg
- Num 13, 1-2. 25-14, 1. 26-29. 34-35
- Sal 105
- Mt 15, 21-28
Hoy la liturgia nos sigue mostrando al pueblo de Israel en constante murmuración, pesimismo y desconfianza ante los proyectos de Dios y en contraste a una mujer que nos muestra su fe, aún en momentos en que pareciera el Señor no la escucha.
En el pasaje de la primera lectura que hemos leído, vemos una de las actitudes más frecuentes en el pueblo de Dios, es decir, en nosotros mismos: la desconfianza. “¿Será posible que Dios pueda salvarnos?, ¿Será posible que él pueda hacer lo que nos prometió?, ¿Será lo suficientemente poderoso para…?”
El pueblo de Israel había visto con qué poder lo había sacado de Egipto, cómo había abierto ante él las aguas del mar Rojo, cómo los había alimentado con pan del cielo, cómo les había dado de comer carne, y, a pesar de todas estas pruebas de su poder, todavía dudan que pueda darles la tierra que les prometió a sus padres.
Nos pueden sonar fuertes, muy fuertes las palabras de Dios ante las murmuraciones de su pueblo, porque no le creían capaz de entregarles la tierra prometida, dado que sus habitantes eran mucho más fuertes que ellos. “¿Hasta cuándo seguirá esta comunidad malvada murmurando contra mí?… En este desierto caerán vuestros cadáveres”. Son imágenes propias del Antiguo Testamento, sin embargo nosotros más apegados al Nuevo que al Antiguo Testamento, nos parece imposible ver al Dios revelado por Jesús pronunciar esas palabras. Nos identificamos más con palabras salen de la boca del Padre del hijo pródigo y del hijo mayor, del Padre que hace salir el sol y descender la lluvia sobre justos e injustos, del Padre que nos ha enviado a su propio Hijo Jesucristo para salvarnos y no para condenarnos, que nos ha pedido perdonar a quienes nos ofenden hasta setenta veces siete porque eso es lo que hace nuestro Padre Dios con todos nosotros.
Sin embargo, si analizamos nuestra vida, encontraremos que este pasaje se ha repetido y se continúa repitiendo. ¿Cuántas veces Dios nos ha probado su amor y misericordia?, ¿Cuántas veces lo ha hecho para toda su Iglesia? ¿No somos testigos de señales maravillosas como el que una Virgen conciba, que un Muerto resucite, que el pan se convierta en Carne y el vino en Sangre? Entonces, ¿por qué desconfiamos del poder, del amor y de la misericordia de nuestro Dios? Ten confianza en el Señor, él cumplirá, a su debido tiempo, lo que te ha prometido. Ten fe, Dios no te dejará a medio camino, sino que te llevará al lugar que mana “leche y miel” y vencerá a todos tus enemigos.
Sí, debemos confiar y tener fe como la de la mujer Cananea. Afirma el Papa Francisco: “
Esta humilde mujer es indicada por Jesús como ejemplo de fe inquebrantable. Su insistencia en invocar la intervención de Cristo es para nosotros estímulo para no desanimarnos, para no desesperar cuando estamos oprimidos por las duras pruebas de la vida. El Señor no se da la vuelta ante nuestras necesidades y, si a veces parece insensible a peticiones de ayuda, es para poner a prueba y robustecer nuestra fe. Nosotros debemos continuar gritando como esta mujer: «¡Señor, ayúdame! ¡Señor ayúdame!». Así, con perseverancia y valor. Y esto es el valor que se necesita en la oración.
Este episodio evangélico nos ayuda a entender que todos tenemos necesidad de crecer en la fe y fortalecer nuestra confianza en Jesús. Él puede ayudarnos a encontrar la vía cuando hemos perdido la brújula de nuestro camino; cuando el camino no parece ya plano sino áspero y arduo; cuando es fatigoso ser fieles con nuestros compromisos. Es importante alimentar cada día nuestra fe, con la escucha atenta de la Palabra de Dios, con la celebración de los Sacramentos, con la oración personal como «grito» hacia Él —«Señor, ayúdame»—, y con actitudes concretas de caridad hacia el prójimo.”
Una vez más, es un buen día para pedir a Jesús que aumente nuestra fe, nuestro confianza, nuestro amor hacia él.
“Que la Gracia de Nuestro Señor Jesucristo, el Amor del Padre y la Comunión del Espíritu Santo, estén siempre con ustedes” Ef 13,13
Fuentes:
- Folleto La Misa de Cada Día
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/7-8-2013/
- https://www.evangelizacion.org.mx/liturgia/index.php?i=09-08-2023
- https://www.vatican.va/content/francesco/es/angelus/2017/documents/papa-francesco_angelus_20170820.html
Palabra de Vida Mes de Agosto 2023
“Mujer, ¡qué grande es tu fe! Que se cumpla tu deseo”. (Mateo 15, 28) https://ciudadnueva.com.ar/julio-2023
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Junio 2023.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.