?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
- 1 Re 19, 9. 11-13
- Sal 84
- Rom 9, 1-5
- Mt 14, 22-33
La liturgia nos invita a confiar en la fidelidad del Señor que en medio de nuestras angustias y tribulaciones nos anima y sostiene nuestra esperanza.
La primera lectura nos muestra la bella respuesta del Señor a la búsqueda del profeta Elias , y como este, no se manifiesta en los elementos fuertes de la naturaleza, sino en el suave murmullo de la brisa. Aquí nos muestra una clara oposición a la conceptualización pagana de dioses vengativos y destructivos. A Dios lo encontramos invocando su Misericordia como nos indica el Salmo.
Sin embargo, como nos dice Pablo en la segunda lectura, Dios quiere salvarnos a todos, pero no lo hará por privilegios, no basta con solo pertenecer al pueblo elegido y cumplir la ley; necesitamos cambiar nuestro estilo de vida, cambiar nuestra actitud según las enseñanzas de Jesús.
El evangelio nos recuerda que la fe en el Señor y en su Palabra, no nos abre el camino hacia donde todos es fácil y tranquilo, no nos quita las tempestades de la vida, pero nos da la seguridad de la presencia de Jesús, la certeza de su mano que nos aferra para ayudarnos con El a afrontar las dificultades, indicándonos el camino por donde tomar.
Nos habla el sacerdote Juan José Paniagua como el viento, también es participe importante en el mensaje del evangelio. Pedro toda una autoridad en el tema de la pesca, no se deja amainar por el mar por sí, pues lo conoce muy bien; no a Pedro lo que lo hace sucumbir en la fe; lo que le hizo sentir miedo a este pescador experimentado dice el texto fue “sentir la fuerza del viento”
En el lenguaje bíblico el Ruah es el viento que procede de Yavé. Ruah (viento) es Dios, es el Espíritu de Dios en acción, que interviene. El viento es la mayor manifestación del poder de Dios. Por eso Pedro al sentirlo, se debilita su fe y comienza a hundirse y entonces, nos explica el Papa Francisco, “gritó: “Señor, sálvame”. Este episodio fue un signo de la prueba que Pedro debía afrontar en el momento de la pasión de Jesús.Cuando el Señor fue arrestado, tuvo miedo y lo negó tres veces. Fue vencido por la tempestad. Pero cuando su mirada se cruzo con la de Cristo, la misericordia de Dios lo volvió a asir y, haciéndole derramar lágrimas, lo levantó de su caída.”
Hoy debemos reflexionar: Cómo es nuestra fe? La invocación de Pedro “Señor mándanos ir a tu encuentro. Y su grito, Señor sálvame, se acerca tanto a nuestro deseo de sentir la cercanía del Señor, pero también el miedo y la angustia que acompaña los momentos duros de nuestra vida marcada por fragilidades y dificultades y a qué mano asirnos para no sucumbir.
Palabra de Vida Mes de agosto
¿Quién podrá entonces separarnos del amor de Cristo? (Romanos 8,35
Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
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Recopilado por Rosa Otárola D, /
Agosto 2020
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.