https://youtu.be/OcOxuOfogBM
- 1 Re 18,20-39
- Sal 15
- Mt 5, 17-19
Podríamos pensar al meditar en la primera lectura que es una barbaridad la actitud de los seguidores de Baal, sin embargo si analizamos nuestra vida a conciencia y con profundidad, es probable que nos veamos mas veces de lo que imaginábamos actuando como ellos.
Nosotros, los seguidores de Jesús, además de reconocerle como el verdadero Dios a través de su voz que hace llegar hasta nosotros, como ovejas de su rebaño, tenemos también otra prueba para confesarle como nuestro Dios. Experimentar en la propia vida que siguiendo sus indicaciones, la alegría y la esperanza rebosan en nuestro corazón. Que amando, perdonando, siendo sencillos, limpios de corazón… como él nos pide, experimentamos la vida y la vida en abundancia que nos promete.
Hoy el Señor nos dice que ha venido a darle plenitud a La Ley. Y ¿cuál ley?, podríamos preguntarnos; pues sin duda alguna la Ley del Amor y en la medida que la cumplamos estaremos actuando según su voluntad y como nos indica el Salmista estaremos dando testimonio de que “tu eres mi Señor” y asegurándome que “con el a mi lado no tropezaré”
Nos indica el Papa Francisco que “Jesús, no quiere cancelar los mandamientos que dio el Señor por medio de Moisés, sino que quiere darles plenitud. E inmediatamente después añade que esta “plenitud” de la Ley requiere una justicia mayor, una observancia más auténtica… Cada precepto revela su pleno significado como exigencia de amor, y todos se unen en el más grande mandamiento: ama a Dios con todo el corazón y ama al prójimo como a ti mismo.”
Del texto del Evangelio de hoy encontramos una buena explicación en la Primera Carta de san Juan: «En esto consiste el amor a Dios: en que guardemos sus mandamientos. Y sus mandamientos no son pesados» (1Jn 5,3). Guardar los mandamientos de Dios garantiza que le amamos con obras y de verdad. El amor no es sólo un sentimiento, sino que —a la vez— pide obras, obras de amor, vivir el doble precepto de la caridad.
Jesús nos enseña la malicia del escándalo: «El que traspase uno de estos mandamientos más pequeños y así lo enseñe a los hombres, será el más pequeño en el Reino de los Cielos» (Mt 5,19). Porque —como dice san Juan— «quien dice: ‘Yo le conozco’ y no guarda sus mandamientos es un mentiroso y la verdad no está en él» (1Jn 2,4).
A la vez enseña la importancia del buen ejemplo: «El que los observe y los enseñe, ése será grande en el Reino de los Cielos» (Mt 5,19). El buen ejemplo es el primer elemento del apostolado cristiano.
Si sólo miramos las exigencias de los diferentes preceptos podemos desanimarnos. Si miramos lo que Jesús ha hecho por nosotros y la inmensidad de su amor entonces, se abre ante nosotros un horizonte para vivir el bien en plenitud. No por nuestras fuerzas, sino por su gracia.
Jesús es el Justo que, ofreciéndose a sí mismo en la Cruz, nos justifica. Además, por él, se nos comunica la vida divina. Somos hijos de Dios, quien no deja de ofrecernos su gracia para que podamos vivir según la medida de su amor.
Por eso la nueva ley, como señalan los autores, es el Espíritu Santo. Dios lo envía a nuestros corazones y, desde su amor podemos vivir según las enseñanzas de Jesús.
Pidamos con la Oración Colecta, al Señor Dios, de quien procede todo bien que escuche nuestra suplicas y, no conceda que comprendiendo por intercesión suya, lo que es recto, eso mismo, bajo su guía, lo hagamos realidad.
Bibliografía
- Folleto La Misa de Cada Día
- PildorasdeFe.com
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/
- https://oracionyliturgia.archimadrid.org/2022/06/08/dar-plenitud/
- http://webcatolicodejavier.org/evangeliodeldia.html
Palabra de Vida Mes de Junio 2022
«Tú eres mi Señor, mi bien, nada hay fuera de ti» (Sal 16, 2) https://www.focolare.org/espana/es/news/category/parola-di-vita/
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Junio 2022.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.