?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
https://youtu.be/GF5iJD7Zm5k
- Gen 44, 18-21. 23-29; 45, 1-5
- Sal 104
- Mt 10, 7-15
Recordemos los prodigios del Señor, nos insta el Salmista y este pasaje del Génesis, nos muestra con toda claridad, que todo conviene para bien de aquellos que aman al Señor. Cuándo se iban a imaginar que Dios había previsto la situación de adversidad que, durante tanto tiempo vivió José como producto del pecado de sus hermanos, y que, precisamente ese pecado ahora se convertía en causa de salvación para todos ellos. San Pablo dice en su carta a los Romanos donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia.
Hermanos, muchos de nuestros problemas más graves, posiblemente alguno de ellos causados por injusticias y problemas provenientes de otras personas, y que han afectado gravemente nuestra vida, puestos en las manos del Señor, se convierten, con el paso del tiempo, en fuente de bendición, incluso para nosotros mismos. Debemos confiar plenamente en que tenemos un Dios amoroso que vela siempre por nosotros y a quien no pasa desapercibido ni uno solo de los acontecimientos de nuestra vida y que, por este amor, sabe convertir todas nuestras desgracias e injusticias en una fuente enorme de bendición.
Jesús anunciaba que «el Reino de los Cielos está cerca» (Mt 10,7). Él era el anunciador del reino de Dios que se hacía presente entre los hombres y mujeres en la medida en que el bien avanzaba y retrocedía el mal.
Jesús quiere la salvación del hombre total, en su cuerpo y en su espíritu; más aun, ante el enigma que preocupa a la humanidad, que es la muerte, Jesús propone la resurrección. Quien vive muerto por el pecado, cuando recupera la gracia, experimenta una nueva vida. Éste es un gran misterio que comenzamos a experimentar a partir de nuestro bautismo: ¡los cristianos estamos llamados a la resurrección!
Una muestra de cómo el Papa Francisco busca el bien del hombre: «Esta “cultura del descarte” nos ha hecho insensibles también al derroche y al desperdicio de alimentos. En otro tiempo nuestros abuelos cuidaban mucho que no se tirara nada de comida sobrante. ¡El alimento que se desecha es como si se robara de la mesa del pobre, de quien tiene hambre!».
Hablar de Dios a los hombres para acercarlos a El. Predicar a tiempo y a destiempo (cfr. 2 Tim 4,2) “¿A quiénes insistiré a tiempo, y a quiénes a destiempo? – se preguntaba San Agustín – A tiempo, a los que quieren escuchar; a destiempo, a quienes no quieren. Soy tan inoportuno que me atrevo a decir: “Tú quieres extraviarte, quieres perderte, pero yo no quiero.” Y, en definitiva, no lo quiere tampoco aquel a quien yo temo. – Del sermón de san Agustín, obispo, sobre los pastores (Sermón 46,14 – 15). Debemos tener la audacia de los primeros cristianos. No lo tuvieron más fácil que nosotros, sin embargo fueron capaces de transformar su mundo pagano. Supieron hablar de Cristo a sus amigos, familiares, compañeros en los diferentes trabajos, a los compañeros de viaje,… S. Juan Pablo II nos recordaba cómo podemos hacer esto hablando el lenguaje de nuestros contemporáneos: “cada uno de vosotros tiene la capacidad de dirigirse a los que están a su alrededor con conocimiento de sus modos de ser y entender, llevándoles la Palabra de Dios de forma adecuada a las distintas situaciones de la vida concreta, colaborando de modo insustituible en realizar la única misión de la Iglesia. Con lengua maternal, la madre enseña a sus hijos las primeras oraciones de la infancia. Con el lenguaje de la amistad el amigo explica al amigo la necesidad de fomentar su vida cristiana. Con la lengua del compañerismo, los que trabajan juntos se animan mutuamente a santificar su tarea. El apostolado individual, que realiza cada uno haciendo fructificar los propios carismas, se convierte así en ‘el principio y la condición de todo apostolado seglar’”. (Santa Cruz (Bolivia), 13 – V – 1988).
Así seremos capaces de transformar nuestro mundo desde dentro. “¡Vivid a Cristo y ‘contagiaréis’ también al mundo! El hombre de hoy, sobre todo el joven, busca la verdad que da la libertad y futuro. Se os necesita; son necesarios jóvenes que sepan presentar al mundo de manera verdadera, convencida y encarnada el mensaje de Cristo: jóvenes que sepan, con sinceridad y constancia, ofrecer la realidad que les ha alcanzado y comprometido, que les supera y les estimula a sembrar en los surcos de la historia de cada día semillas de infinito” (San Juan Pablo II Brescia, Italia).
Palabra de Vida Mes de Julio 2021
“Ten confianza, hija, tu fe te ha salvado” (Mateo 9, 22) . https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida
Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
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Recopilado por Rosa Otárola D, /
Julio 2021
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.