?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
https://youtu.be/nTxVqlCXhSM
- Mal 3, 13-20
- Sal 1
- Lc 11, 5-13
En la primera lectura de hoy nos presenta un diálogo entre Dios y su pueblo, que podremos aplicar a nuestra vida hoy. El Señor llega y nos dice que le hemos ofendido y, como en el texto, normalmente vamos a reaccionar a la defensiva y justificándonos, pero probablemente luego, vamos a reconocer nuestro pecado, y entonces el Señor, como a los que temen al Señor nos dirá: “ Yo seré indulgente con ustedes, como un padre es indulgente con el hijo que obedece”. Y es que recordemos que el es nuestro Padre, nos ama, tiene misericordia con nosotros es indulgente perdona y disimula nuestros errores ajenos con facilidad. … Se inclina a perdonarnos, a concedernos sus gracias, como el Padre Misericordioso con el hijo pródigo.
Por eso con el Salmista cantamos la dicha de quien confía en el Señor.
El texto del Evangelio de este día, nos comenta Fray Josep Mª MASSANA i Mola OFM, es una catequesis de Jesús sobre la oración. Afirma solemnemente que el Padre siempre la escucha: «Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá» (Lc 11,9).
A veces podemos pensar que la práctica nos muestra que esto no siempre sucede, que no siempre “funciona” así. ¡Es que hay que rezar con las debidas actitudes!
La primera es la constancia, la perseverancia. Hemos de rezar sin desanimarnos nunca, aunque nos parezca que nuestra plegaria choca con un rechazo, o que no es escuchada enseguida. Es la actitud de aquel hombre inoportuno que a medianoche va a pedirle un favor a su amigo. Con su insistencia recibe los panes que necesita. Dios es el amigo que escucha desde dentro a quien es constante. Hemos de confiar en que terminará por darnos lo que pedimos, porque además de ser amigo, es Padre.
La segunda actitud que Jesús nos enseña es la confianza y el amor de hijos. La paternidad de Dios supera inmensamente a la humana, que es limitada e imperfecta: «Si, pues, vosotros, siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más el Padre del cielo…!» (Lc 11,13).
Tercera: hemos de pedir sobre todo el Espíritu Santo y no sólo cosas materiales. Jesús nos anima a pedirlo, asegurándonos que lo recibiremos: «…¡cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan!» (Lc 11,13). Esta petición siempre es escuchada. Es tanto como pedir la gracia de la oración, ya que el Espíritu Santo es su fuente y origen.
El beato fray Gil de Asís, compañero de san Francisco, resume la idea de este Evangelio cuando dice: «Reza con fidelidad y devoción, porque una gracia que Dios no te ha dado una vez, te la puede dar en otra ocasión. De tu cuenta pon humildemente toda la mente en Dios, y Dios pondrá en ti su gracia, según le plazca».
Hoy celebramos a la Virgen del Rosario, tan popular. Había una coplilla que decía: “La cuentas del rosario son escaleras, para subir al cielo las almas buenas”. Al margen de la ingenuidad, en el rezo del rosario, vamos desgranando, al pasar las cuentas, los misterios de Cristo, a la luz del misterio de María, su Madre. Y, a la vez, presentamos a Dios el misterio del hombre; una veces lleno de dolor, otras, colmado de gozo, siempre con la esperanza de la luz y la gloria. A la hora del atardecer, en cuántas familias, en cuantos templos se reza el rosario. El pequeño instrumento para rezar el rosario cuelga de la cabecera de la cama, se anuda a las manos de los que mueren o lo vemos en la delantera del coche. Así de querida es esta devoción.
La oración de petición de gracias parece que pasa también por una crisis. Es necesario elevar un elogio de la oración de petición. Es connatural al hombre sentirse débil, necesitado, finito. Me siento enfermo y acudo al médico; me siento indigente y vuelvo los ojos a Dios Padre. Cuántas veces repetimos con la liturgia cristiana: “Señor, ten piedad de mí”. No seamos tiquismiquis tildando de egoísmo este modo de orar. Pero si muchas veces lo que pedimos es para los demás.
Quisiera terminar esta reflexión con la Oración del Papa Francisco a la Virgen del Rosario:
Virgen del Santo Rosario, Madre del Redentor, mujer de nuestra tierra encumbrada por encima de los cielos, humilde sierva del Señor, proclamada Reina del mundo, desde lo profundo de nuestras miserias recurrimos a ti.
Con confianza de hijos miramos tu rostro dulcísimo. Coronada con doce estrellas, tú nos llevas al misterio del Padre, tú resplandeces de Espíritu Santo, tú nos donas a tu Niño divino, Jesús, nuestra esperanza, única salvación del mundo.
Brindándonos tu Rosario, tú nos invitas a contemplar su Rostro. Tú nos abres su corazón, abismo de alegría y de dolor, de luz y de gloria, misterio del Hijo de Dios, hecho hombre por nosotros.
A tus pies sobre las huellas de los santos, nos sentimos familia de Dios.
Madre y modelo de la Iglesia, tú eres guía y sostén seguro. Haz que seamos un corazón solo y un alma sola, pueblo fuerte en camino hacia la patria del cielo.
Te entregamos nuestras miserias, los tantos caminos del odio y de la sangre, las mil antiguas y nuevas pobrezas y sobre todo nuestro pecado.
A ti nos encomendamos, Madre de misericordia obtennos el perdón de Dios, ayúdanos a construir un mundo según tu corazón.
Oh Rosario bendito de María, cadena dulce que nos anuda a Dios, cadena de amor que nos hace hermanos, no te dejaremos jamás. En nuestras manos serás arma de paz y de perdón, estrella de nuestro camino.
Y nuestro beso a ti, en nuestro último respiro, nos sumergirá en una ola de luz, en la visión de la Madre amada y del Hijo divino, anhelo de alegría de nuestro corazón con el Padre y el Espíritu Santo».
Palabra de Vida Mes de Octubre 2021
“Sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de los que lo aman. https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida
Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
? ?
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Octubre 2021.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.