?⛅️ Buenos días. “Señor enséñame a amar como tú nos has amado“. Papa Francisco.
https://youtu.be/C5YjLWDSlNI
- Hch 15, 22-31
- Sal 56
- Jn 15, 12-17
Como fruto del Concilio de Jerusalén, los responsables de la Iglesia, nos comenta Fray Carlos Oloriz Larragueta O.P., bajo la luz del Espíritu Santo decretan, que para ser cristiano basta seguir la doctrina y el evangelio de Jesucristo. No es necesario hacerse judío para ser cristiano. Piden simplemente que respeten algunas mínimas normas de la ley judía con el fin de facilitar la convivencia entre todos. Pero afirman con toda claridad, que lo único necesario es la fe en Jesús, el Señor.
Los concilios de la Iglesia Católica Romana, deben ser convocados por el Papa y presididos por él o por un delegado suyo, y en él habrán de estar representados la mayoría de los obispos de las provincias eclesiásticas. Para la validez de sus acuerdos es precisa, como condición sine qua non, la sanción del Sumo Pontífice Romano.
Antes y ahora, los responsables de la Iglesia, reunidos en Concilio, y bajo la luz e invocación del Espíritu Santo, van orientando al pueblo en medio de los nuevos “signos de los tiempos” en que vivimos. Se pueden cambiar normas y leyes, pero se mantendrá siempre como única base de nuestra pertenencia a la Iglesia de Jesús la fe en el Señor como salvador único de los hombres.
En el texto del evangelio encontramos seis características que la sierva de Dios Chiara Lubich, tomándolas de los Evangelios, vio claramente que componían el arte de amar cristiano. Son las siguientes:
- ESer el primero en amar. “Primerear” como dice el Papa Francisco. Como hace Dios con nosotros, no esperar a que el otro (el esposo, la esposa, el hijo, el padre, el amigo, el compañero, el desconocido, el pobre, el enemigo…), de el primer paso, sino darlo nosotros.
- Amar a todos. Precisamente, por lo que antes decíamos, porque Dios ama a todos. A diferencia de nosotros, Dios no clasifica, no encasilla, no jerarquiza, y no excluye. Dios ama todos infinitamente, inmensamente. Las cuantías finitas son comparables, las infinitas no son comparables, son igualmente infinitas.
- Hacerse uno. Precisamente porque el amor es real y concreto. Podemos creer que amamos a los demás, que les servimos y les hacemos bien, desde nuestros criterios y categorías, pudiendo caer en el paternalismo. No. El verdadero amor es humilde. Hace callar el pensamiento y la palabra de uno para poder escuchar y acoger al otro. Amamos cuando vivimos el otro, y nos ponemos en la piel del otro.
- Ver a Jesús en el otro. No para sustituir la dignidad del hermano por una fantasía espiritualista, sino porque de verdad Jesús se pone en el lugar del otro para que cuando le sirvamos también a él lo sirvamos. Saber esto nos deja desarmados ante cualquier escusa para no amar. El verdadero amor no es un sencillo entusiasmo, dice el Papa. Es el que exige las obras de misericordia del capítulo 25 de san Mateo. En lo que él llama el “protocolo del juicio”: Estaba hambriento y me disteis de comer, estuve desnudo y me vestisteis, etc. (Mt. 25, 31-46).
- Amar al enemigo. Qué es la prueba máxima de la misericordia. Sólo alcanzamos el amor de Dios cuando somos capaces de amar al enemigo. Y si, como nos decía san Juan de la Cruz, “al final de la vida, nos examinarán en el amor”, esta es la “matricula de honor” en el examen del amor. Pero aún así, hay que vivirlo para aprobar el examen de la vida.
Palabra de Vida Mes de Mayo 2021
«Dios es amor, y quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él» (1 Jn 4, 16) https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida
Bendigamos al Señor con nuestro testimonio este día y digámosle:
"Me siento fuerte, sano y feliz porque tengo fe, amor y esperanza".
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Recopilado por Rosa Otárola D, /
Mayo 2021
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.
Bibliografía:
Primera referencia
Segunda referencia
Tercera Referencia