https://youtu.be/AtGB2F1g_2E?si=LfU0iZSYR8aLzR53
- Is 26, 1-6
- Sal 117
- Mt 7, 21. 24-27
“No todo el que me diga: “Señor, Señor” entrará en el Reino de los Cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre celestial». Así, pues, la liturgia nos confronta con una realidad de vida: ¿qué es la voluntad de Dios? ¿Cómo podemos conocerla? Así nos comparte Chiara Lubich fundadora del Movimiento Los Focolares, su descubrimiento: «La voluntad de Dios es la voz de Dios, que continuamente nos habla y nos invita; es un hilo, o mejor dicho, una trama de oro divina que teje toda nuestra vida terrena y más allá; es el modo que tiene Dios de expresar su amor, un amor que pide una respuesta para que Él pueda realizar en nuestra vida sus maravillas. La voluntad de Dios es nuestro deber ser, nuestro verdadero ser, nuestra realización plena. […] Repitamos, pues, en cada instante, ante cualquier voluntad de Dios, dolorosa, gozosa o indiferente: “Hágase”. […] Descubriremos que esta simple palabra es un potente impulso, como un trampolín, para hacer con amor, con perfección, con total dedicación lo que tenemos que hacer. […] Y así iremos componiendo, momento a momento, el maravilloso, único e irrepetible mosaico de nuestra vida, que el Señor ha pensado desde siempre para cada uno de nosotros: Él, Dios, de quien solo se dicen cosas bellas, grandes e inmensas, en las que hasta la parte más pequeña, como un acto de amor, tiene sentido y resplandece, igual que las flores minúsculas y variopintas tienen su porqué en la belleza sin limites de la naturaleza»
De esta manera, el Adviento se nos presenta como una oportunidad en nuestro diario caminar para revisar si estos valores están presentes en nuestra vida. Pensemos si somos ese pueblo justo del que nos habla Isaías, y vivimos la fidelidad, principalmente a nuestros compromisos bautismales y si éstos se proyectan en una vida de fidelidad a los que debiéramos amar; revisemos si en medio de este mundo turbulento somos capaces de conservar la paz, y si somos un instrumento para que esta paz se desarrolle en nuestros ambientes, de manera principal en nuestras familias.
Esa “ciudad fuerte” es la Iglesia. Dios ya anunció que formaría una sola Iglesia con todos los pueblos de la tierra, una ciudad con “murallas y baluartes” para defenderla, con puertas abiertas para todas las naciones. El Señor lo prometió desde antiguo y lo ha realizado entre nosotros. Porque ninguna palabra suya se queda vacía…
Nos parecemos acaso “a aquel hombre prudente que edificó su casa sobre roca». No construyamos nuestras vidas sobre cosas pasajeras, vayamos a la “roca” que es el Señor y allí seremos felices. Es la invitación que hace el Papa Francisco, y pidió que reflexionemos sobre “la sabiduría y la debilidad”, es decir, sobre la base de nuestras esperanzas, de nuestras seguridades y de nuestra vida, y pidiendo la gracia de saber discernir dónde está la roca y dónde está la arena:
La roca. Así es el Señor. Quien se encomienda al Señor siempre estará seguro, porque sus cimientos están en la roca. Es lo que Jesús dice en el Evangelio. Habla de un hombre sabio que construyó su casa sobre una roca, es decir, sobre la confianza en el Señor, sobre cosas serias. Y también esta confianza es un material noble, porque el fundamento de esta construcción de nuestra vida es seguro, es fuerte.
Nosotros no podemos construir nuestra vida sobre cosas pasajeras, sobre las apariencias, sobre el hacer de cuenta que todo está bien. Vayamos a la roca, donde está nuestra salvación. Y allí todos seremos felices. Todos.
Pensemos si todo esto nos ha llevado a tener una confianza tal en Jesús, que aunque él retrasara su llegada, nosotros la esperamos y la continuamos preparando con la seguridad de que su llegada será un momento glorioso para todos lo que hemos buscado vivir de acuerdo a su Evangelio
En resumen, los justos elevan un cantico de acción de gracias y de esperanza en la bondad de Aquel que todo lo puede.
Como nos dice el salmista: “Bendito el que viene en nombre del Señor” porque el Señor es bueno, su misericordia es eterna y es preferible fiarse del Señor que de cualquier hombre, por lo que debemos dar infinitas gracias al Señor que nos escucha y nos salva.
“En medio de la Iglesia abrió su boca, y el Señor lo llenó del espiritu de sabiduría e inteligencia, y lo revistió de gloria.” Sir 15, 5
Fuentes:
- Folleto La Misa de Ada Día
- https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/
- https://oracionyliturgia.archimadrid.org/2023/12/07/tenemos-una-ciudad-fuerte-2/
- https://www.evangelizacion.org.mx/liturgia/index.php?i=07-12-2023
- https://www.focolare.org/es/download/no-todo-el-que-me-diga-senor-senor-entrara-en-el-reino-de-los-cielos-sino-el-que-haga-la-voluntad-de-mi-padre-cel/
Palabra de Vida Mes de Diciembre 2023
““Estén siempre alegres. Oren sin cesar. Den gracias a Dios en toda ocasión: esto es lo que Dios quiere de todos ustedes, en Cristo Jesús” (Primera Carta a los Tesalonicenses, 5, 16-18) https://ciudadnueva.com.ar/categoria/palabra-de-vida/
Recopilado por Rosa Otárola D, /
Diciembre 2023.
“Piensa bien, haz el bien, actúa bien y todo te saldra bien”
Sor Evelia 08/01/2013.